Isserley es una mujer menuda con pechos grandes y perfectos, lleva gafas de cristales muy gruesos y escotes profundos que hacen olvidar sus ojos, y conduce su coche por carreteras solitarias de Escocia recogiendo autoestopistas.
La autora, una camboyana, establecida en Estados Unidos y descendiente de la Casa Real de su país, relata a través de una niña de siete años los acontecimientos que sacudieron Camboya entre 1975 y 1979.