Nilo y Zanzíbar nacieron la misma noche. Y se hicieron inseparables. El primer día de verano, a Zanzíbar se la llevaron a los puertos de Riofrío. Nilo decidió ir en su busca, pero tenía miedo de atravesar el bosque de Obán, lleno de alimañas.
Ver el libro en la editorial Edelvives.
Colección: Premios Cabildo de Gran Canaria