En esta ocasión, este club de lectura coordinado por Luciano Díaz, aborda la obra ‘El almanaque de mi padre’, del autor nipón Jiro Taniguchi, que en doce capítulos de extensión y estructura similar recrea la historia de un personaje que se reencuentra con su pasado. El protagonista rememora en la peluquería de su padre, su infancia y acontecimientos como el incendio que asoló su ciudad en 1952, el cual precipitó el divorcio de sus padres, lo que cambiará por completo su vida y le producirá un profundo resentimiento.
Para Luciano Díaz, “Taniguchi, como todo buen mangaka, es versátil, habiendo tocado varios géneros. Sin embargo, su fama y reconocimiento en Europa deben bastante a sus historias de carácter intimista y personal. ‘El almanaque de mi padre’ es un relato como la vida misma. Es un fresco de la cotidianeidad y para nosotros de algunas costumbres japonesas por donde discurre una historia de reconstrucción y reconciliación. Una historia suave, sobre los sentimientos, la familia pero también sobre la incomunicación. Ambientada en Tottori, el pueblo natal del autor, recoge algunas de sus vivencias personales”.
La obra consiguió en 2001 el Premio Ecuménico en el Festival de Angoulême ,Francia, un país donde el autor cuenta con una cantidad de fieles seguidores. Jiro Taniguchi es un viejo conocido por los aficionados españoles. Lejos queda su debut en España con la obra ‘Sobrevivir en la Era Glacial’, que corrió la misma suerte que ‘Shonen Mangazine’, la revista en la que se publicó. Posteriormente se han ido publicando muchos títulos del autor, aprovechando que sus obras no son muy extensas, hasta el punto de convertirse en uno de los autores seinen que más se ha publicado en España. Es, sin duda, uno de los autores japoneses más respetados por aficionados a la historieta, independientemente de si se trata de cómic o BD. Ponent Mon ha publicado numerosos títulos de su biografía: ‘Barrio lejano’, ‘La época de Botchan’, ‘Blanco’, ‘La cumbre de los dioses’ o ‘El caminante’, entre otros.
La obra cuenta la historia de un hombre que trabaja en una empresa de diseño en Tokyo y que, tras quince años de ausencia, regresa a Tottori, pueblo en el que se crió con su familia. A partir de ese momento, recuerda aquellos episodios de su infancia que labraron su carácter y el rechazo que muestra por su familia y, sobre todo su padre. “El almanaque de mi padre” es una historia en torno al silencio, la familia y un reencuentro tardío entre padre e hijo. El autor logra encandilarnos con un cuento costumbrista que invita a reflexionar, con una narración pausada, sin artificios y con un buen dibujo. Una obra deliciosa y muy recomendable, que con el trabajo llevado a cabo por Planeta DeAgostini logra finalmente una edición a la altura de las circunstancias.
El dibujo de Jiro Taniguchi se aleja del estilo de manga actual. El japonés tiene un dibujo realista, claro, rico en detalles y más cercano a la estética del BD europeo, aunque en ningún momento pierde sus raíces orientales. Su forma de narrar es casi cinematográfica y el ritmo sosegado ayuda mucho al tipo de historias que cuenta. En esta obra, hay momentos en los que plasma cómo era Tottori en la década de los 50.
Jiro Taniguchi nació allí en 1947. En 1966 trabajó como asistente a las órdenes de Kyota Ishikawa. Con 23 años debutó con la obra “Kareta Heiya”, publicada en la revista “Young Comic”. A partir de entonces, y durante más de cuarenta años, Taniguchi se ha convertido en uno de los autores japoneses de los que más obras se han publicado en el extranjero. Aunque en ocasiones ha dibujado y guionizado sus obras, como en “El almanaque de mi padre”, en otras ha colaborado con otros guionistas. Con Moebius, realizó “Icarus”. Ha ganado numerosos premios en Japón, entre los que destaca el Premio Tezuka por “La época de Botchan”, publicada en España por Ponent Mon.