Una vez la familia vive en el sombrero del tío, en la azotea de la iglesia o en la Luna, otra vez en la nieve, en el cine o en el bosque. Es un viaje largo y maravilloso a través de un mundo extenso y tentador, donde nadie tiene que preguntarse qué es real y qué no lo es. Participamos fácilmente de él con los todos los sentidos y llenos de curiosidad. Es una búsqueda del lugar donde nos gustaría quedarnos, donde nos sentimos como en casa.