Casa Museo León y Castillo
La escritora coruñesa, periodista e historiadora del arte Nieves Abarca protagoniza junto al autor canario José Luis Correa el último de los encuentros literarios previstos este mes de mayo, en la Casa-Museo Pérez Galdós, dentro del ciclo ‘En este inmenso Atlántico que nos une'.
El encuentro tendrá lugar el jueves, 29 de mayo, a las 20.00 horas. El ciclo está impulsado por el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Gran Canaria con financiación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España. Abarca sustituye a la escritora Belén Gopegui, inicialmente programada por los promotores del mismo.
La literatura negra volverá a estar presente en este encuentro literario. Especialista en la elaboración de perfiles criminales, Abarca, de 46 años, ha escrito sus dos últimas obras, ‘Crímenes imperfectos' y ‘Martyrium', en colaboración con el criminólogo, psicólogo y colaborador en el programa de Iker Jiménez, Cuarto milenio, Vicente Garrido. Los protagonistas de sus sagas son la inspectora Valentina Negro y el criminólogo Javier Sanjuán.
Abarca, que durante trece años trabajó en un cuartel de la policía local, reconoce la influencia que han ejercido autores como Alejandro Dumas, Patricia Cornwell o Peter James en su producción literaria, o bien directores cinematográficos como Hitchcock. La autora gallega, que ha sido directora de una revista de divulgación cultural, además de colaborar en varias publicaciones y en programas de radio, señala que tanto Garrido como ella intentan en sus obras "que el lector complete con su imaginación escenas de los libros". "No hay que darlo todo por sentado, la imaginación de los lectores tiene que formar parte del juego", explica.
Sobre el género negro, Nieves Abarca cree que "hay de todo en el mercado. Lo cierto es que mucha novela negra no es negra, es color pastel o crema, se está confundiendo la novela costumbrista con la novela policial, en mi opinión para intentar conquistar a cierto público femenino". Le gustaría que a sus obras las encuadraran y definieran como ‘novelas perversas'.
Para la escritora "la trama es lo esencial y ¡no es nada fácil tener una buena!, con la finalidad de ser creíbles, contenidos y novedosos, sin repetir novelas anteriores o caer en el cliché del asesino en serie malísimo es el reto que nos ponemos siempre que iniciamos una novela", añade. Le apasiona Shakespeare, Valle Inclán, Conan Doyle, Poe, Dumas, Dickens, Thomas Mann, Verne, "tantos otros que no puedo decir uno en especial. Y mi pasión por Italia viene de mi pasión por el arte y la ópera, pero también tengo pasión por España, por Gran Bretaña, soy una gran apasionada de todo lo bello y lo macabro en general", dice.
A los que pretenden dedicarse a la literatura Nieves Abarca les avanza un consejo: "les diría que lean. Que lean mucho. Hasta que no se lo hayan leído todo, escribir no les será fácil. Una vez lo hayas leído todo, tu mente se habrá entrenado para utilizar el lenguaje de una forma ágil e instintiva. También les diría que huyan del cliché y de lo fácil. Escribir no es difícil, lo más difícil es conseguir una buena historia…", concluye.
José Luis Correa nació en Las Palmas de Gran Canaria, en 1962. Es profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Cuenta con más de una decena de títulos publicados entre los que destacan las novelas de la serie que protagoniza el detective Ricardo Blanco, publicados en Alba Editorial.
Sus comienzos están relacionados con el relato, cuentos breves que escribe para sus estudiantes de instituto. Algunos de ellos tuvieron la fortuna de cosechar diferentes premios: el Julio Cortázar (La Laguna, 1998) o el Campus (Las Palmas, 1999). Y otros han sido publicados en la antología ¿Qué quieres que te diga? y otros cuentos.
A finales de los noventa comienza una carrera de novelista que ha sido refrendada con otras importantes distinciones: Premio Benito Pérez Armas (S. C. de Tenerife, 2000), Premio Ciudad de Telde (2001), Premio Vargas Llosa (Murcia, 2002). Su aportación más conocida a la novela, es la de un personaje que ya forma parte del imaginario de la negra moderna: el detective Ricardo Blanco. La saga se inicia con Quince días de noviembre y continúa con Muerte en abril, Muerte de un violinista, Un rastro de sirena, Nuestra señora de la Luna y Blue Christmas (todas editadas por Alba). Su obra ha sido traducida a varios idiomas (alemán, finlandés, italiano).
José Luis Correa ha recorrido todos los pasos que giran en torno a la literatura: la afición a la lectura, la enseñanza, la investigación y la creación literaria.
Según señala el autor canario, "la novela negra habla de corrupción, de ambiciones, de celos, de muerte, de pasiones, en definitiva, de sentimientos universales. De la misma forma que a nosotros nos llama la atención la novela negra sueca o noruega, a la gente de fuera le llama la atención que existan novelas negras ambientadas en Canarias. Igual que para nosotros es un descubrimiento Henning Mankel, Donna León o Vázquez Montalbán, para ellos es un descubrimiento leer un escritor canario que ambienta sus historias en Canarias".
Para Correa, "el género negro es muy amplio. En el momento que tratas algún tema social como la crisis, la corrupción o la inmigración ilegal, estamos hablando de género negro. En la actualidad, la novela social es la novela negra", termina admitiendo el novelista.