Ediciones del Cabildo de Gran Canaria
El Cabildo grancanario acaba de editar el cuarto y último tomo de la Biblioteca Alonso Quesada con la obra teatral escrita por el autor de ‘El lino de los sueños', en cuyas páginas se recogen las dos únicas piezas escritas para el teatro por Quesada, ‘La Umbría' y ‘Llanura'.
Desde 2012, el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario, que coordina Larry Álvarez, viene editando, al cuidado del crítico y ensayista Lázaro Santana, la obra escrita por Alonso Quesada (1886-1925) en esta colección que ahora concluye, con la finalidad de divulgar el corpus fundamental y más significativo escrito durante su trayectoria como autor, oficio que combinó con tareas burocráticas en el Bank of British hasta su temprano fallecimiento.
Rafael Romero Quesada nace el 5 de diciembre de 1886 en Las Palmas de Gran Canaria y fallece el 4 de noviembre de 1925 en Santa Brígida, sin haber cumplido los 39 años de edad. La mayor parte de su producción la firma con el pseudónimo de Alonso Quesada, que de hecho ha llegado a suplantar a su nombre original.
En 1910, conoció a Unamuno durante una visita de éste a Gran Canaria. El contacto y la amistad con el escritor vasco orientará entonces decisivamente la vocación y el trabajo literario de Quesada, que murió enfermo de tuberculosis poco tiempo después de contraer matrimonio.
El escritor prodigó una entrañable y fructífera amistad con otros dos insignes autores de las letras canarias: Tomás Morales y Saulo Torón. La mayor parte de su obra queda sin publicar con tan temprana muerte, pues cuando esta sucede tan sólo había publicado su poemario El lino de los sueños (1915), su texto en prosa Crónicas de la ciudad y de la noche (1919) y la obra de teatro La Umbría (1922).
Como señala Lázaro Santana, en ‘La Umbría' y ‘Llanura' -las dos obras teatrales de Quesada-, el autor aborda temas recurrentes en todo su trabajo literario, prosa o verso: la soledad, la enfermedad, la muerte, el mar, el paisaje campesino, etc. Temas lo suficientemente amplios y ricos (y, sobre todo, vividos) como para permitirles expresar a través de ellos su complejo y tormentoso mundo interior.
La desesperación y desesperanza de los Linares (protagonistas de ‘La Umbría') y el deseo neurótico de Lorenzo y Gabriela por recuperar a sus hija ahogada (en ‘Llanura') son dramas lacerantes que Alonso Quesada encara con talante literario muy en la línea del teatro simbolista europeo de la época (especialmente el de Maurice Maeterlinck) creando unas obras insólitas en el contexto teatral español contemporáneo –Benavente, Linares Rivas, Muñoz Seca, etc. -, apegado a un fácil realismo costumbrista. Santana sostiene que estas obras están caracterizadas por "una gran belleza, escritas más para ser leídas que representadas, en las que aparecen algunas de las mejores singularidades del verso y de la prosa de Quesada".
"Con ‘La Umbría' y ‘Llanura', Quesada enfrenta problemas teatrales con obras específicas y ambiciosas. Ambas piezas fueron escritas en 1919, y una de ellas, ‘Llanura', estrenada en ese mismo año (aunque no se publicaría hasta 1950). A raíz de la publicación de ‘La Umbría', un conocido director de teatro, Lugne-Poe, promotor de l´Oevre, sala que atendía en Paris preferentemente al montaje de obras simbolistas, quiso estrenarla allí. El alborozo de Quesada puede leerse en sus cartas a Luis Doreste Silva (‘Fablas', num. 75. noviembre 1979) su corresponsal parisino. Pero el proyecto quedó en eso: en una ilusión frustrada – como tantas en la vida del autor. En 1941 ( 24 de abril) una reducción del texto de La Umbría, hecha por Pancho Guerra , se estrenó en el teatro Pérez Galdós de LPGC. Los decorados de Felo Monzón constituyeron, según la crítica de la época, "un hallazgo". En 1976 Pepe Dámaso hizo una buena de la época, "un hallazgo". En 1976 Pepe Dámaso hizo una buena adaptación cinematográfica de la obra", recuerda Lázaro Santana.
En ‘La Umbría' están presente algunas de las mejores cualidades estilísticas del verso y de la prosa de Quesada; no aparece, sin embargo, uno de los rasgos fundamentales de ambos: la ironía. La acción de la obra se sitúa en los alrededores de Agaete y del Puerto de las Nieves. Durante varios años el poeta pasó largas temporadas en aquel pueblo, alojándose en casa de Tomás Morales o en el hotel Los Berrazales, un famoso balneario de aguas medicinales ubicado en el Valle. Buscaba allí, aparte de compañía y amistad, alivio para su dolencia, precisamente la misma que aqueja a los infortunados Linares.
‘Llanura' es una obra menos ambiciosa que La Umbría; consta igualmente de tres jornadas o actos, pero su extensión es menor. La acción – la escasa acción que hay en la obra – transcurre en un lugar de localización ambigua, en una época incierta" y en la "orilla de un mar lejano".
Llanura reitera, pues, parte de la problemática típica de Quesada explícita en El lino de los sueños: mar, soledad, muerte.
Las dos piezas de Quesada se alían al intento de otros autores españoles (Jacinto Grau o Adriá Gual) de crear obras escénicas que plantearan problemas más trascendentales que los puramente domésticos, dentro de un complejo de funcionalidad simbolista, y que, al propio tiempo, ofrecieran posibilidades de montaje que se apartaran de la técnica tradicional. La Umbría y muy en menor grado Llanura- aparecen dentro de ese contexto como unas obras distintas, sugestivas: anunciaba la existencia de un excelente autor dramático que debía consolidar sus singularidades en futuras experiencias. Gabriel Miró lo intuyó así cuando afirmó que era Quesada el poeta español que "podría elevar nuestro teatro". Vaticinio que se quedó colgado en esa imperfección potencial del futuro.
Lázaro Santana es poeta, ensayista, crítico de arte y literatura y traductor. Colaborador activo de Cartel de las Artes y las Letras (que también dirigió) y Fablas, creó junto a Fernando Ramírez la colección Tagoro en 1963. Como antólogo preparó Poesía canaria última junto a Eugenio Padorno (1966) y Poesía canaria 1939-1969 (1969). A su labor debemos ediciones importantes sobre Alonso Quesada y Domingo Rivero. Es autor de infinidad de títulos, siendo los últimos publicados su poemario Mapa de la frontera y su libro Aguatinta. Precisamente Santana editó hace dos años el Epistolario Miguel de Unamuno-Alonso Quesada.
Visita la web de Ediciones del Cabildo de Gran Canaria