Teatro Cuyás

Cartel

El profesor de Filología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Maximiano Trapero coordina el libro ‘Yo soy la tal espinela… La décima y la improvisación poética en el mundo hispano', que se presenta este jueves, 3 de julio, a las 19.00 horas, en la Sala Josefina de la Torre del Teatro Cuyás (c/ Viera y Clavijo, s/n, Las Palmas de Gran Canaria), en el marco de la Semana Puertorriqueña que el recinto gestionado por el Cabildo organiza para recibir al grupo Mapeyé (Orquesta Nacional Criolla de Puerto Rico).

Al término de la presentación, tendrá lugar el coloquio ‘Borinquen desde aquí, Canarias desde allá', moderado por el verseador Yeray Rodríguez. A continuación, entre las 20.30 y las 23.30, el restaurante El Patio del Cuyás servirá una sabrosa cena caribeña (teléfono para reservas: 928380058).

En ‘Yo soy la tal espinela…', una docena de autores de Italia y España, pero sobre todo de América Latina (Cuba, Argentina, Perú, Chile y México) disertan sobre la décima y la improvisación poética. La obra se distribuye junto al CD ‘El canto a la décima', una antología sonora de este género que es, en realidad, mucho más, según los artífices de la publicación.

"El título que hemos puesto al libro responde bien a su contenido, sobre todo en la segunda parte, La décima y la improvisación poética en el mundo hispano, que es meramente descriptivo", explica Trapero.

"El de la primera parte es un verso tomado de una décima improvisada que oí personalmente a un trovador venezolano, Alberto Valderrama, y que sirve aquí para reclamar la atención hacia quien se presenta ella misma, con su propio nombre y con la condición de haberse hecho panhispánica: "Yo soy la tal espinela / que vino cruzando mares...", ahonda el coordinador de la obra.

"La décima es una estrofa exclusiva de la métrica española y portuguesa, y por extensión de la iberoamericana", explica el profesor, para quien, sin embargo, "si sólo fuera eso, bastarían dos o tres párrafos para definirla y para glosar su uso a lo largo de la literatura escrita o "dicha" en español y en portugués".

Y es que la décima se usa para tantas manifestaciones poéticas y artísticas, que ha llegado a ser no sólo un género literario, sino un "fenómeno cultural" que ha "sobrepasado los límites de la literatura".

Es un "complejo cultural" que requiere de todo un libro. De ahí que afirmen sus autores: "eso es lo que pretendemos con este libro: abordar el estudio de la décima desde algunos —solo algunos, no todos— de los ángulos más interesantes desde los que ese "complejo cultural" puede verse".

Desde el punto de vista meramente métrico, la décima es, junto al soneto y al romance, la estrofa más usada en las lenguas española y portuguesa, que en este aspecto corren en paralelo a lo largo de la historia.

Desde una perspectiva general, puede decirse que cada época, y hasta cada género poético, ha preferido un metro determinado: en la Edad Media, el Mester de Juglaría prefirió el verso épico, mientras que el de Clerecía usó con predilección la cuaderna vía. En el tránsito hacia el Renacimiento la métrica ibérica se diversificó muchísimo, sin que pueda hablarse de una estrofa preponderante, y menos si se consideran a la vez la poesía de Cancionero y la poesía mayor. El Renacimiento trajo el triunfo de varios metros nuevos, entre ellos el soneto, la lira y la silva. Y lo mismo ocurrió en el Barroco, que ensayó y utilizó todo tipo de versos y de es estrofas. Después, en las sucesivas etapas de la poesía escrita, se siguieron reutilizando los metros antiguos, cuando no se ensayaron nuevas estrofas o nuevas disposiciones métricas, como ocurrió en el Modernismo. Y después, con el verso libre, todo pasó a disponerse a la voluntad de cada autor.

Haciendo un repaso, se observa que sólo dos versos se han usado casi siempre y siguen vigentes (el endecasílabo, para la poesía "culta", y el octosílabo, para la popular) y que predominan tres tipos de estrofas: el soneto, el romance y la décima.

 

SOCORRIDA Y ‘SOCIAL'. "Pocas estrofas podrán tener un origen tan bien conocido y una historia tan estudiada como la décima. Y creo que ninguna habrá sido tan citada y tan glosada", aclara Trapero, quien recuerda como "por tradición" se ha dicho que la décima fue "creada" por el poeta español Vicente Espinel, a finales del siglo XVI, y "de ahí que se le llame espinela, siguiendo una propuesta que hizo al poco de su aparición Lope de Vega, amigo y admirador de Espinel".

Su estructura contiene el siguiente esquema de rimas y de períodos sintácticos: abba:ac:cddc. "En esta afortunada disposición de las rimas, de las pausas y de los períodos sintácticos es en donde radica la polifacética función de la décima, inigualable si se compara con otras estrofas", según el citado investigador.

De ella dijeron los primeros que la usaron que era "apta para la queja". "Pero igual que para la queja, la décima sirvió para la alabanza, y se mostró perfecta para la controversia, e incisiva para la burla, y mortal para la sátira, y cantarina para el canto, e intimista para el amor. Diez versos que podían convertirse en poema; que podían constituir todo un poema".

En la actualidad, y de ahí que los autores del libro se refieran a ella como "complejo cultural", la décima vive en tres manifestaciones principales: como estrofa o poema de la poesía ‘culta', escrita y fundamentalmente en la lírica; como poesía oral, popular, convertida en tradición, tanto en función de estrofa suelta (lírica) como en serie (poesía narrativa); y como poesía improvisada, siempre (o preferentemente) cantada y convertida en género folclórico de cada país.

A juicio de Trapero, la más importante de esas tres manifestaciones es la de ser el metro predilecto de la poesía improvisada en lengua española y portuguesa.

En esa manifestación, la décima traspasa la función meramente literaria o artística para convertirse en verdaderamente social. En los lugares en los que vive algún género de poesía improvisada de manera natural y espontánea, el "encuentro de poetas" se convierte en una verdadera fiesta, a la que asisten gentes de toda condición, sexo y edad; una fiesta en la que hay risa y regocijo, pero también competencia y reflexión; siendo en muchos casos la única actividad lúdico-comunitaria que tienen los hombres y mujeres de esos lugares; una fiesta basada en los versos improvisados, en el arte verbal de unos hombres (poetas, verseadores, glosadores, repentistas, decimistas, etc.) que parecen ser reencarnación de los aedos, bardos o juglares de los tiempos remotos.

Además, gracias a su multifuncionalidad, la décima se ha convertido en un signo de identidad de la cultura iberoamericana, aunque "es hoy ya más americana que peninsular", según el experto.

Así, del conjunto de trabajos que componen la obra, se desprende que es en Iberoamérica donde la décima más ha triunfado, tanto en los países hispanohablantes como en Brasil, mientras que, salvo excepciones (el sur de Portugal, Alentejo y Algarve, y las Islas Canarias) a este lado del Atlántico se prefieren metros como la quintilla y la cuarteta.

 

OTRAS CITAS FESTIVO-CULTURALES. Antes y después de las actuaciones de Mapeyé (4 y 5 de julio, a las 20.30 horas) habrá sendas fiestas en el patio del teatro. En ellas, se servirán tapas por un euro y mojitos al precio de tres.

Dichas celebraciones forman parte del programa paralelo organizado para recibir a la conocida a la conocida como Orquesta Nacional Criolla de Puerto Rico, el recinto gestionado por el Cabildo a través de la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, ha preparado un programa especial lleno de ritmo y sabor, pero también de cultural caribeña.

Hasta el viernes, tendrá lugar la Semana Gastronómica Puertorriqueña, en la que de 13.30 a 16.00 horas, el restaurante El Patio del Cuyás, regentado por el chef Joaquín Espejo, ofrecerá menús típicos caribeños al precio de 10 euros.

Los menús, que consistirán en tres entrantes, tres segundos y tres postres a elegir, incluirán, además, bebida (agua, refresco, cerveza o copa de vino). Asimismo, se servirán mojitos y copas a tres euros y habrá ambiente musical puertorriqueño durante toda la semana.

 

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