Casa Museo Pérez Galdós

El escritor Walter Lingan

El escritor y médico peruano Walter Lingan mantendrá un encuentro con los lectores este próximo miércoles, día 26 de noviembre, en la Casa Museo Pérez Galdós (C/ Cano, 2 y 6 ), a las 20.00 horas. La presencia de Lingan, que ha titulado su cita ‘Entre el espanto y la leyenda’ , se celebra en el marco de la tercera edición del Encuentro Internacional de Literatura Tres Orillas. El autor peruano que reside en Alemania desde hace más de tres décadas será presentado en el museo dependiente del área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Gran Canaria, por el también escritor Juan Carlos de Sancho.

Walter Lingan es doctor en un hospital de Colonia (Alemania), a donde llegó en los años ochenta huyendo del irrespirable y viciado ambiente de violencia que se vivía en Perú. En 1993 publica ‘Por un puñadito de sal’ a la que sigue, en 1996, la novela ‘El lado oscuro de Magdalena’. En 2001 publica ‘La danza de la viuda negra’, ambientado en la época del presidente Fujimori, ‘Los tocadores de la pocaelipsis’, un libro de cuentos sobre la migración que se publicó en 1999 en España, y ‘Koko Shijam, El libro andante del Marañón’, en el que aborda la tradición oral de los aguaruna. En esa misma línea publicó ‘La Mansión del Shapi y otros Cuentos’, en el que describe leyendas, mitos y cuentos que escuchó en su niñez y que su propio padre le contaba. También es autor de varios libros de cuentos, entre los que sobresalen el publicado en 2005 ’Oigo bajo tu piel el humo de la locomotora’ y ‘La ingeniosa muerte de Malena’ en 2009. Mientras tanto, el escritor peruano trabaja en ‘Elisa, con el corazón atado a tus pies’, una historia de amor, sexo salvaje, libros, autores y redes sociales, que contiene pinceladas de cultura y política en general. Además, Lingan publicó en 2010 la novela ‘El espanto enmudeció los sueños’, que trata sobre los desaparecidos en su país en los tiempos de la violencia política.

A pesar de que Walter Lingan lleva más de 30 años viviendo en Europa, su relación con Perú sigue estando presente en su literatura. “Mi vinculación con el Perú es como un matrimonio católico, nos podremos separar pero nunca podremos divorciarnos. En primer lugar por mi compromiso político de los años setenta; luego, mi ligazón a la política que desarrolló la Izquierda Unida en los años ochenta. Eso me ha mantenido unido al Perú, ese compromiso por la justicia social, la paz, la solidaridad, los derechos humanos. Eso se siente también en los libros. Casi en todos mis libros describo la relación cultural y política Alemania-Perú y más en el último libro, ‘Un pez en el ojo de la noche’, donde abiertamente hablo sobre la problemática de Alemania luego de la reunificación y los problemas del Perú a través de sueños, de recuerdos de los últimos años. Esa es la historia de la última novela”, explica el autor. “Después de la caída de Fujimori he notado una generosa explosión en Perú de cultura, literatura, revistas y blogs culturales”, añade.

Lingan se queja de que las grandes editoriales fomentan en los escritores hispanoamericanos novelas para el gusto de los europeos. “Las editoriales europeas tienen otra visión de lo que quieren publicar, de lo que quieren comercializar y eso lo presentan como la representación de lo mejor de la literatura latinoamericana. Escribir así, desde mi punto de vista, sería deshonesto para mí. Mi compromiso es otro, no depende del género o la tendencia, sino de mis convicciones. Esa es mi posición”, subraya.

“En Alemania hay editoriales especializadas en los autores del boom como Bryce Echenique, Vargas Llosa, Carlos Fuentes y todos los demás. Hay una editorial que se encarga de publicar estos libros en alemán, pero ese tipo de libros traducidos de autores latinoamericanos llega sólo a los sectores especializados, a los críticos, a los estudiantes, a las universidades, a las bibliotecas; a nivel público se vende poco. Fuera de los ámbitos universitarios nadie conoce a Vargas Llosa”, explica Walter Lingan.

La literatura de Lingan es deudora, como algunos críticos han observado, de Ciro Alegría, Arguedas o Manuel Scorza. Prefiere el eclecticismo y la sonrisa irónica para construir sus mundos narrativos. Lingan se acerca a sus paradigmas no sólo en las técnicas literarias; lo hace también en su actitud política, por lo que profesa una pluma «combativa», en el sentido que le daba la izquierda a esa palabra. El peruano es por lo demás un amante de la palabra y sus textos son prolijos en giros idiomáticos regionales, juegos de palabras, citas de canciones populares, chistes y modismos locales, con los que consigue simpatías entre quienes se reconocen en sus laberintos lingüísticos, en la chispa y en ese uso provocador de la morbosidad a que recurre constantemente y con evidente destreza.

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