El escritor Antonio Lozano publicó hace un año en la editorial Anaya su título ‘Me llamo Suleimán’, una sobrecogedora historia que narra la travesía que emprende un joven maliense desde su país a las costas de Canarias en busca de una nueva vida y un ansiado futuro. La novela de Lozano ha sido adaptada al teatro para ser estrenada los días 13 y 14 de marzo en el Teatro Guiniguada de la capital grancanaria, en un montaje que protagoniza la actriz lanzaroteña Marta Viera y dirige Mario Vega.
Esta adaptación teatral cuenta con música del reconocido artista africano Salif Keita y con un notable soporte audiovisual, basado en las atractivas y sugerentes animaciones que ha diseñado un equipo de cuatro artistas bajo la dirección de Juan Carlos Cruz, director de arte para ‘ShowBiz Zoo’, de David Freedman, entre otros trabajos.
Antonio Lozano explica que su trabajo de adaptación de su novela al teatro ha sido un proceso interesante. “Parte del trabajo estaba hecho porque la novela es básicamente oral. Suleimán nos cuenta su historia, pero había que poner la historia en voz de una actriz y eso requiere unos registros totalmente diferentes al de la novela. Esa parte exigió un trabajo en común con Mario Vega, que domina a la perfección esos registros y que me ayudó a encontrar el camino idóneo hacia el texto teatral”, explica Lozano, quien estima que “el resultado final ha sido satisfactorio, porque ha quedado un texto suficientemente ligero, directo y ágil como para que el mensaje llegue sin problemas al público”.
El escritor opina que el mensaje que trasmite esta obra, más allá de su obvio espíritu de denuncia del tráfico humano y la idílica búsqueda de la prosperidad en el idealizado edén de Europa, “se centra en la idea de que el emigrante es ante todo un ser humano único e irrepetible, que acomete una empresa heroica y generosa, puesto que la finalidad es la de salvar a los suyos aún a riesgo de perder su vida –tal como hicieron nuestros abuelos o bisabuelos en Canarias- y que su acción merece al menos que nos detengamos en hacernos preguntas sobre los motivos que lo mueven a emprender esa aventura. Y es también una invitación a reflexionar sobre la primacía que debería tener el derecho a la alimentación sobre todos los demás derechos humanos, sobre el hecho de que a un lado de la valla se encuentra un mundo en que se tiran miles de toneladas a año de comida, mientras que al otro lado la gente se muere de hambre”, sostiene Antonio Lozano.
Cuando le preguntamos a Antonio Lozano que en qué libro se quedaría a vivir, nos aclara que lo haría en el ‘Caso Sankara’. “Si me lo preguntas hace un par de meses, igual no, porque aún gobernaba el asesino de Sankara, Blaise Compaoré. Pero desde que lo echaron del poder me encantaría estar en ese maravilloso país y seguir desde ahí lo que va a ocurrir en el futuro, disfrutando de su gente que, una vez más, ha demostrado que está en la punta de lanza de los cambios sociales en África”, dice.