Biblioteca Insular de Gran Canaria
El Cineforum de la Biblioteca Insular del Cabildo (calle Remedios, 7) proyecta el jueves, 26 de noviembre, a las 20.15 horas, el filme del director Robert Mulligan, ‘Matar a un ruiseñor’, en el marco de su ciclo que aborda hasta el próximo mes de diciembre la relación de la literatura con el cine.
La mencionada película, realizada en 1962, es la cuarta que se proyecta dentro del programa de este ciclo de carácter gratuito, cuyas sesiones presenta el crítico de cine Guillermo Paetow, quien propone al final de cada proyección, un coloquio con el público asistente.
El programa ‘La Literatura en el cine’ de la Biblioteca Insular quiere plasmar cómo se desenvuelve el mundo de las letras en el ámbito cinematográfico, propiciando el diálogo entre dos lenguajes narrativos. Tras la proyección de ‘Matar a un ruiseñor’, sólo quedará pendiente por exhibirse el filme ‘Expiación, más allá de la pasión’.
Todas las películas seleccionadas están inspiradas en una obra literaria. En el caso de ‘Matar a un ruiseñor’ está basada en la historia publicada en 1960 por la escritora estadounidense Harper Lee, que tuvo un éxito instantáneo, ganando el premio Pulitzer y pasando a convertirse en un clásico de la literatura moderna estadounidense. La novela está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia (cuyo padre era el también escritor Atticus Finch) y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad. La novela de Harper Lee trata sobre temas polémicos como la violación y la desigualdad racial, y su historia transcurre a lo largo de un período de tres años durante la Gran Depresión en el pueblo ficticio de Maycomb, en Alabama.
El filme de Mulligan se desarrolla a partir del trabajo que un abogado que encarna Gregory Peck, debe realizar en defensa de un hombre negro, acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y valiente defensa de un inocente le granjea enemistades, pero le otorga el respeto y la admiración de sus dos hijos, huérfanos de madre.
‘Matar a un ruiseñor’, que recibió el premio Pulitzer, ha vendido más de treinta millones de ejemplares. Sigue leyéndose en las escuelas: en un país donde el trauma por el racismo pervive, su significado no se ha agotado y sus personajes -Finch, el hombre justo, el faro moral; Scout, la muchacha rebelde e independiente- mantienen la fuerza. La novela tiene algo de Biblia civil, de manual de ciudadanía que enseña a los jóvenes a respetar al prójimo, a ponerse en su piel. En 2007, el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le entregó a la escritora, que aún vive, la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor que puede recibir un civil en el país.
La maravillosa película de Robert Mulligan, estrenada solo dos años después de la publicación de la novela de Lee, con la que Gregory Peck obtuvo el Oscar, es un clásico cinematográfico, en el que también sobresale la banda sonora de Elmer Bernstein. El filme no hizo más que acrecentar el impacto social de una novela que ha sido capaz de bucear en las heridas de la vida y de un país sin hacer daño, pero sin hacer concesiones.