Casa-Museo Pérez Galdós
Los recuerdos de Fortunata reverberaron hoy en el hogar donde nació su creador, Benito Pérez Galdós, a través de las palabras y la cadencia de la actriz Ana Belén, quien dijo que uno de los grandes mérito de este autor universal es que en su obra no hay personajes secundarios, se pone en la piel de cada uno y todos son principales.
“Y a los personajes hay que quererlos, no es solo crearlos, no justificarlos, pero sí comprenderlos”, agregó en la apertura del XI Congreso Internacional Galdosiano, que reúne a noventa expertos de once países.
Su humanidad y la empatía con sus personajes, y por tanto con sus congéneres, es una cualidad que también resaltó el presidente del Cabildo grancanario, Antonio Morales, en la inauguración de la cita, así como la enorme vigencia de su obra, una vigencia como la de ningún otro autor, aseveró la directora de la Cátedra Pérez Galdós, Yolanda Arencibia.
“Estamos compartiendo lugares, sensaciones y ambientes que nuestro gran autor disfrutó y hasta creó”, recordó Morales, quien apuntó a Galdós le fue negado el Premio Nobel. “Espero que este Congreso reflexione sobre el destino de los intelectuales que no son dóciles al régimen o a los poderes del momento”, sentenció.
Afortunadamente, prosiguió, “don Benito no se amilanó y mantuvo el compromiso social y político liberal y republicano hasta los últimos días de su vida. La irresistible fuerza y la actualidad de la escritura y el pensamiento galdosiano traspasa las barreras del espacio y el tiempo”, de modo que el lema del encuentro, La Hora de Galdós, anima incluso a realizar el viaje inverso y mirar la actualidad social con sus ojos.
La primera parada de este encuentro de congresistas que se convierten en amigos con Galdós como nexo fue la relación de su obra con el cine porque, junto a la literatura, que son “las dos grandes maneras de narrar, la gente ha podido leer a Zhivago, pero sintió su tristeza con la música o el frío en la escarcha de su bigote”, y para ello un referente como Buñuel aprendió a relatar de la sabiduría galdosiana y hasta hizo célebre su frase “soy ateo gracias a Dios”.
Así dio paso Arencibia al diálogo entre la cineasta Arantxa Aguirre y Ana Belén, una de las mayores conocedoras de Fortunata después de haberse puesto en su piel, una experiencia por la que la actriz hizo un recorrido y hasta se emocionó al recordar la despedida de Fortunata y el personaje de Fernando Fernán Gómez.
Fortunata, aseguró Ana Belén, era todo corazón, no era una mujer fuerte, cayó una y otra vez en las redes de Juan Santa Cruz sin pararse a pensar porque aquella pasión le daba la vida. Le daba un amor nada merecido, punto que distancia a la actriz de su personaje porque era “una pasión malsana”.
Era débil, sin armas e ignorante, sin embargo sabía que podía tener una vida mejor, lo mimo que la actriz, que creció cerca del barrio de la creación de Galdós y reconoció rápidamente a todos sus personajes de bario, el mercado, los juegos de la calle o cómo era arrastrada a misa.
La actriz resaltó la evolución del personaje, que no tenía educación ni formación, incidió, pero tenía buen fondo y ganas de progresar.
Ana Belén elogió que Galdós tratara a las mujeres como individuos poliédricos, llenos de matices, aristas y riqueza, y rechazó que se dé la espalda a la literatura. “Cómo es posible que se escriban tantas tonterías cuando tenemos tantos dramas y comedias de las que tirar. Mientras no interioricemos que la cultura es tan necesaria como comer, mal vamos”.
Galdós y la verdad humana, política y sociedad, la vitalidad de la escritura galdosiana, el escritor como educador nacional y el nacimiento de una voz pública son algunos de los aspectos en los que ahondarán los expertos llegados de Estados Unidos, México, Reino Unido o Marfil, entre otros países, hasta el próximo viernes en Gran Canaria, a donde a veces cuesta trasladarse, pero de donde después nadie quiere irse, concluyó en su intervención el rector de la Universidad grancanaria, Rafael Robaina.