Biblioteca Insular de Gran Canaria
“El poeta suele tener obsesiones, y las mías han sido la muerte y el olvido”, asegura Manuel Díaz Martínez (Cuba, 1936), escritor, ensayista y miembro correspondiente de la Real Academia Española que protagoniza la nueva cita del encuentro con escritores que organiza la Casa-Museo Pérez Galdós, que en esta ocasión se desarrollará físicamente en la Biblioteca Insular de Gran Canaria.
El encuentro organizado por el citado centro del Cabildo se enmarca dentro del ciclo ‘Escritores en la Casa-Museo’ y el Pacto por la Lectura y Escritura en Gran Canaria y tendrá lugar este jueves, 19 de octubre, a partir de las 19.00 horas, en la sede de la Biblioteca Insular, situada en el número siete de la calle Remedios.
El público asistente tendrá la oportunidad de escuchar a Díaz Martínez hablando de su propia obra y de la poesía de la Generación del 50 cubana (primera generación de la revolución), a la que pertenece el poeta. El autor cerrará su participación con la lectura de algunos de sus poemas y respondiendo a las preguntas de los asistentes.
“Mi poesía ha bebido fundamentalmente de la poesía española y de la cubana. Han sido mis dos fuentes de formación”, comenta Díaz Martínez, que considera que “la poesía tiene muy pocos temas pero los utiliza para ampliar su radio de penetración en la realidad. Los temas en realidad no son nada más que pretextos para otra cosa”.
Entre sus libros de poemas se encuentran ‘Vivir es eso’ (Premio ‘Julián de Casal’ 1968 de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), ‘Paso a nivel’ o ‘Memorias para el invierno’, Premio ‘Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria’, ciudad en la que reside desde 1992. Es también autor del libro de memorias ‘Sólo un leve rasguño en la solapa’.
Díaz Martínez ha firmado igualmente las antologías ‘Poemas Cubanos del siglo XX’ y ‘Un caracol en su camino’, además de dos ediciones comentadas de las ‘Rimas’ de Gustavo Adolfo Bécquer.
Sobre su labor como diplomático en su juventud, afirma mucho tiempo después: “Siempre me costó más trabajo encontrar las palabras adecuadas para la diplomacia que para la poesía”.