• Mario Gas dirige la adaptación teatral de la novela de Alejando Palomas, con dos funciones mañana viernes 22 y el sábado 23 de septiembre, a las 19.30 horas
  • Las actrices Vicky Peña, Teresa Vallicrosa, Claudia Benito y Carmela Serrat completan el elenco de este montaje en el que cinco mujeres se adentran en un viaje en barca que les enfrenta a la verdad y a los secretos que ocultan

El Teatro Cuyás inaugura mañana viernes, 22 de septiembre, a las 19.30 horas, la primera parte de la temporada 2023-2024 con el montaje La Isla del Aire, adaptación teatral de la novela de Alejandro Palomas, publicada en 2005, que con dirección de Mario Gas supone el regreso de la actriz Nuria Espert a la capital grancanaria, en lo que será su previsible gira de despedida de los escenarios. Al concurso de Nuria Espert, que interpreta a Mencía, matriarca de una familia cuyas mujeres se adentran en un viaje en barca que las enfrentará a la verdad y a los secretos que ocultan, se une el trabajo de la actrices Vicky Peña, Teresa Vallicrosa, Claudia Benito y Carmela Serrat, que dan vida a "cinco mujeres solas, heridas y con el peso de la pena arrinconándolas", en palabras del director Mario Gas. En su opinión, un texto de un autor “que tiene muchos seguidores y que escribe a tumba abierta”.

La Isla del Aire, montaje del que habrá una segunda función este sábado 23, también a las 19.30 horas, fue presentado hoy jueves en el Teatro Cuyás por la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina; el director artístico del Teatro Cuyás, Gonzalo Ubani; el director Mario Gas; y la actriz Vicky Peña.

Una pieza teatral que activa el primer tramo de la programación del Teatro Cuyás, entre los meses de septiembre de 2023 y enero de 2024, en los que se ofrecerán un total de 16 espectáculos entre teatro (7), danza (3), música (2) y humor (1), además de dos musicales, Pecados: el cabaret de la carne, de Clapso, del 3 al 11 de noviembre; y El tiempo entre costuras, del 7 al 10 de diciembre; o el montaje Canarii: país adentro, los días 17, 18 y 19, un trabajo conjunto del músico Manuel González (Mestisay) y del bailarín Daniel Abreu, junto a Olga Cerpa, Hirahi Afonso y Teddy Bautista, entre otras apuestas de temporada.

“Una programación que promete y que estrenamos a lo grande”, según la consejera Guacimara Medina, en la presentación del primer título de la temporada 2023 – 2024 del Teatro Cuyás.

Las entradas para La isla del aire, espectáculo del que puede verse un adelanto en https://www.youtube.com/watch?v=H_gaN7tUn4c, están a la venta a través de los canales habituales del Teatro Cuyás: página web (www.teatrocuyas.com) y taquilla, ubicada en la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria y abierta de lunes a viernes, de 17.00 a 20.30 horas; sábados, de 11.30 a 13.30, y sábados tarde, domingos y festivos con función, dos horas antes de la misma.

El director Mario Gas protagoniza además hoy jueves, a las 19.00 horas, el primero de los encuentros de temporada de Los jueves del Cuyás, en la sala Josefina de la Torre, en un diálogo abierto con el público, con entrada libre hasta completar aforo. Según dijo Mario Gas en la presentación, “para estas obras tan sutiles se necesita de un reparto adecuado y poco puedo y debo decir de Nuria Espert y Vicky Peña”. El director bromeó con la previsible despedida de Nuria Espert de los escenarios. En su opinión, “yo creo que ella no se despedirá nunca”.

La veterana actriz y directora Nuria Espert, Premio Nacional de Teatro, Princesa de Asturias de las Artes, y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otros reconocimientos, regresa al Teatro Cuyás en su previsible adiós a los escenarios, tal como ha manifestado la propia artista, de la mano de Mario Gas, quien también la dirigió en el Cuyás en la obra Incendios, de Wajdi Mouawad, en enero de 2017, su última visita hasta la fecha. En este sentido, reseñar que el escritor libanés-canadiense Wajdi Mouawad vuelve a ser protagonista esta temporada en la cartelera del Teatro Cuyás con Cielos, bajo la dirección de Sergio Peris-Mencheta, con la que se cierra la tetralogía La sangre de las promesas, que comprende las piezas Incendios, Litoral y Bosques.

“Con este espectáculo estoy muy feliz. Tiene una larga duración porque supone una gira que parte de Barcelona, pasa por Madrid y otros lugares. Y sí: he dicho que tras estas representaciones no habrá más proyectos”, confesaba Nuria Espert en una entrevista con el periodista Juan Cruz para El Periódico de España, en abril pasado.

Un camerino en el Cuyás
La gran dama de la escena española tiene un lugar destacado en la historia del Teatro Cuyás con un camerino que lleva su nombre desde hace 20 años, un 18 de septiembre de 2003, con motivo de la puesta en escena de La brisa de la vida, de David Hare, con dirección de Lluis Pasqual, del 18 al 21 de septiembre de 2003.

Espert ha frecuentado el Cuyás en varias ocasiones con producciones de distinto género y roles. En el histórico de la relación de la actriz y directora con el Teatro Cuyás figuran títulos como ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee, con Adolfo Marsillach, en junio de 2000; Medea, de Euripides, con dirección de Michael Cacoyannis, en la temporada 2001/2002; La brisa de la vida, de David Hare, con dirección de Lluís Pasqual, en septiembre de 2003; La Celestina, de Fernando de Rojas, con Robert Lepage, en abril de 2005; Play Strindberg, de Friedrich Dürrenmatt, dirigida por José Luis Gómez, en marzo de 2007; Hay que purgar a Totó, de Georges Feydeau, bajo la dirección de Georges Lavaudant, en octubre de 2008; e Incendios de Wajdi Mouawad, con Mario Gas, en enero de 2017.

En La isla del aire Nuria Espert interpreta a Mencía, la matriarca de una familia cuyas mujeres se adentran en un viaje en barca hacia la Isla del Aire, en Menorca. La desaparición de Helena, la nieta mayor de Mencía, está muy presente en este periplo en barca en el que la matriarca obligará a sus hijas y nietas a enfrentarse a la verdad y a los secretos que permanecen ocultos. Un relato en el que afloran las relaciones afectivas, la frustración, los dolores callados y la esperanza.

En palabras de Mario Gas, “una bella y oscura pieza, al mismo tiempo llena de luz” escrita “a entraña abierta” por Alejandro Palomas “a partir de la primera parte de su trilogía novelística El tiempo que nos une”.

El autor Alejandro Palomas ha reconocido que éste es un proyecto que nace del sentimiento de orfandad, del duelo que provoca la pérdida de un ser querido, en ese caso la madre, y que llevaba acariciando hace 13 o 14 años para su puesta en escena.

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