La Biblioteca Insular de Gran Canaria inauguró el pasado 23 de abril, Día del Libro, su nuevo Espacio Violeta, una nueva unidad que reúne publicaciones acerca de la mujer, la igualdad de género, la educación no sexista, la visibilización de la comunidad LGTBIQ+ y, en general, estudios de diversas áreas temáticas con perspectiva de género.
El citado espacio, que cuenta en una de sus paredes con un original mural pintado por el ilustrador madrileño René Merino, ofrece a los usuarios y usuarias del citado centro ubicado en la Plaza de las Ranas y que gestiona la consejería de Cultura del Cabildo grancanario, publicaciones con las que se persigue romper roles y estereotipos, prevenir cualquier forma de violencia hacia las mujeres, reivindicar su papel en la Historia, mostrar nuevas masculinidades y, en definitiva, ofrecer una visión más igualitaria y justa de la realidad y el mundo que habitamos. En sus vitrinas ya se pueden encontrar obras de Genevieve Lloyd, Virginia Woolf, Ramón Martínez, César Rendueles o Clarissa Pinkola Estés, entre otros muchos autores y autoras.
La puesta en marcha del Espacio Violeta de la Biblioteca Insular se completará con la firma el próximo día 30 de abril del documento de adhesión al Manifiesto ‘Bibliotecas Canarias por la Igualdad’, que suscribirá la consejera de Cultura del Cabildo, Guacimara Medina. Dicho documento generado por un grupo de trabajo de la Asociación de Bibliotecarios/as y Documentalistas de Canarias, tiene por objetivo principal aplicar la perspectiva de género y promover la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en las unidades de información del Archipiélago.
El nuevo espacio que se inaugura en la Biblioteca Insular de Gran Canaria sigue los pasos de otros que ya han ido abriendo camino en la isla como el Espacio Violeta de la ULPGC, inaugurado en enero de 2019 (y galardonado con el Sello del Consejo de Cooperación Bibliotecaria), el de la Universidad de La Laguna o de la Mediateca de Casa África, así como el de bibliotecas municipales pioneras
como la de Arucas y Gáldar, o Arona, en Tenerife. Podríamos mencionar también los Espacios Violetas instaurados en algunos institutos de Educación Secundaria como el IES La Isleta o el San Isidro en Gáldar, entre otros muchos, vinculados normalmente a la biblioteca del centro y planteados como espacios de cultura, de educación desde la igualdad y la diversidad, que aspiran al cambio desde el compromiso y la concienciación de la ciudadanía.
‘Bibliotecas Canarias por la Igualdad (BCxI)’ nace en junio de 2022 como grupo de trabajo de la Asociación de Bibliotecarios/as y Documentalistas de Canarias. Contribuir a la igualdad de oportunidades se presenta como una tarea primordial del mismo. Como expertas en la recopilación, presentación, uso y difusión de la información, las bibliotecas pueden aportar un reequilibrio o compensación de las inequidades históricas que ha sufrido la mujer como sujeto de los derechos culturales. Se trata de potenciar la cooperación y creación de alianzas entre bibliotecas y otros agentes implicados, optimizando una nueva perspectiva orientada a terminar con la brecha de género, en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y muy especialmente del ODS 5, que tiene como finalidad el logro de la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, y el ODS 4, cuyo objetivo es garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida.
Las bibliotecas públicas juegan un papel esencial en la construcción de sociedades más democráticas promoviendo el acceso libre al conocimiento, la difusión gratuita de la cultura y la información y contribuyendo al aprendizaje a lo largo de toda la vida de la comunidad a la que prestan servicio.
Uno de los elementos más especiales y distintivos de este Espacio Violeta de la Biblioteca Insular, es el mural dedicado a figuras femeninas en determinados roles sociales que han marcado un camino hacia la igualdad (astronautas, sufragistas, jugadoras de fútbol, etcétera). Este mural fue realizado trazo a trazo por el reconocido ilustrador madrileño René Merino durante su estancia en la isla de Gran Canaria en donde presentó su exposición ‘A la deriva’, que se exhibe actualmente en la sede de la Biblioteca Insular.