2000 Más de 100.000 usuarios en las nuevas instalaciones de la Biblioteca Insular

Nueva fachada de la Biblioteca Insular

En apenas seis meses, más de 100.000 personas han hecho uso de sus instalaciones o participado en las actividades de la Biblioteca Insular tras la inauguración, el pasado noviembre, de las nuevas dependencias del centro, gestionado por el Cabildo de Gran Canaria a través de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías.

Antes de las obras de rehabilitación y ampliación, la Biblioteca contaba con unos 70.000 usuarios anuales, lo que pone de manifiesto que, tal y como en su día auguró el presidente de la Corporación Insular, José Miguel Bravo de Laguna, la mejora de las instalaciones ha contribuido a incrementar la afluencia de público a este importante equipamiento cultural.

A los miles de usuarios que acuden para consultar o libros y otras publicaciones, se suman los que lo hacen para estudiar en sus salas (abiertas 24 horas al día) o para participar en actividades como La Hora del Cuento, El Club del Cómic o los distintos Clubs de Lectura. El Maratón de Cuentos o Cuentos Eróticos han sido dos de las iniciativas que más interés han suscitado estos meses.

LAS RAZONES DEL ÉXITO. La nueva Biblioteca Insular prácticamente duplica su tamaño, al pasar de los 2.184 metros cuadrados de la antigua sede, en la Plaza Hurtado de Mendoza (Las Ranas), a los 4.226, incluyendo la Casa de Doña Úrsula Quintana Llarena, más conocida como el Palacete Romántico.

Los puestos de consulta han pasado de 167 a 384 y, además, hay 100 ordenadores personales, 35 lectores de imagen y 36 de sonido, 18 lectores e-books, cuatro consolas y dos lectores de códigos de barras, entre otras herramientas tecnológicas. En ese sentido, y aunque la Biblioteca dispone de una Sala Multimedia e Internet que concentra gran parte de los ordenadores (unos 25), se ha hecho un esfuerzo para que, al menos todas las mesas, combinen puestos de lectura tradicional e informática.

En cuanto a la distribución del espacio, la ampliación ha servido para articular una serie de áreas de convivencia y diálogo permanente, con zonas multidisciplinares e interrelacionadas a lo largo de cuatro plantas, cada una de las cuales cuenta con Centros de interés, en los que trimestralmente puede consultarse bibliografía específica sobre un tema de actualidad.

Fotografía de un acto en la Cafebrería de la Biblioteca Insular

PLANTA-1. Cuenta con un Espacio Joven y con aulas de apoyo (espacios polivalentes para reuniones de los distintos clubes de lectura, encuentros con autores o proyecciones). Aquí se llevan a cabo tareas propias de la conservación de los fondos patrimoniales, con una mejora en la capacidad de custodia, catalogación, digitalización y preservación de este valioso patrimonio, del que destaca los fondos Simón Benítez Padilla, Alonso Quesada, Miguel Santiago, el Fondo de Música de la Familia de Orleáns y el de Fernando González.

PLANTA 0. Posee una zona de acogida/información y préstamos, sala de estudios (abierta las 24 horas) y un espacio destinado a pequeños y jóvenes lectores (con un área de visitas y talleres infantiles de animación a la lectura, así como con el Rincón de los padres y madres) y un buzón para devoluciones que estará abierto siempre.

PLANTA 1. Alberga los servicios de consulta y referencia, gran parte del fondo general, el servicio de reprografía y la Sala Simón Benítez Padilla, res 1434 ervada a la investigación y el estudio de Gran Canaria.

PLANTA 2. Da acceso a la Cafebrería, ubicada en la terraza. Una de las propuestas más atractivas del nuevo centro es precisamente la conversión de la azotea de la antigua Casa de Doña Úrsula en una gran plaza cultural de más de 650 metros cuadrados con suelo de madera. Se trata de un espacio de ocio y lectura en el que cualquiera puede disfrutar de increíbles vistas de Vegueta-Triana junto a un buen libro traído de fuera, tomado de las estanterías de la Biblioteca o comprado en una máquina expendedora instalada al efecto.

En 2001, el Cabildo de Gran Canaria adquiría para la ampliación la Casa de Doña Úrsula Quintana Llarena, más conocida como el Palacete Romántico, proyecto de 1870 de Manuel Ponce de León. El inmueble estuvo cerrado más de diez años, hasta que en 2009 se dieron los primeros pasos para la rehabilitación. Las obras se iniciaron en 2011 y concluyeron, en su mayor parte, en diciembre de 2012. Durante 2013, se procedió a la contratación e instalación del mobiliario y equipamiento informático, así como a la puesta a punto de los servicios imprescindibles para su apertura, el 27 de noviembre. La inversión total rondó los 3 millones de euros.

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