Biblioteca Insular de Gran Canaria
El día 6 de febrero, a las 18.00 horas, se aborda este obra del historietista madrileño, premiada en la edición de Expocómic 2013.
En su segundo encuentro de 2015, previsto para este viernes, 6 de febrero, a las 18.00 horas, El Club de Lectura del Cómic Las Ranas de la Biblioteca Insular (C/ Remedios, 7, Las Palmas de Gran Canaria) coordinado por Luciano Díaz, abordará los valores del cómic ‘Leyendas de Parva Terra 1: allí donde los niños no se aventuran’, del autor madrileño Raúl Arnaiz, un espectacular cómic de fantasía heroica protagonizado por niños (cuya publicación acaba de finalizar en Francia, con el quinto tomo) y que ha llegado a España editado por Norma. Arnáiz obtuvo el premio Autor Revelación 2013 de Expocómic, por ‘Leyendas de Parva Terra’.
Este primer álbum que se analizará en la Biblioteca Insular nos presenta un mundo mágico poblado por criaturas de cuento, tales como hadas, ogros, magos o elfos, en el que no figura ni un solo adulto. Los niños se han estancado en su infancia y no recuerdan nada del mundo anterior. Según el historietista y guionista "la idea de un mundo sin adultos surgió de la conjunción afortunada de varias obras que me gustan mucho, principalmente Peter Pan y, sobre todo, la novela El Señor de las Moscas”.
Los protagonistas viven en una isla y pertenecen a dos bandos enfrentados, los Guerreros Pelirrubios y los científicos Pelinegros, casi como si se tratara de guerreros contra brujos, puntualiza el autor, quien añade que sus influencias argumentales también se inspiran en la fantasía de Tolkien o pinceladas de ‘El Juego de Ender’. Estilísticamente, ‘Leyendas de Parva Terra’ es esencialmente un híbrido entre manga, bande desinée, anime, y videojuegos, pero uno muy libre, sin referentes directos, salvo quizá el trabajo del estudio Ghibli o el videojuego Final Fantasy IX. “Más que nada es el resultado inconsciente de toda una vida de ver dibujos animados, leer, y jugar mucho", añade.
Norma Editorial ha publicado ya en nuestro país los cinco números de este cómic de género épico y de aventuras, cerrando el ciclo de las aventuras de Leo, su valeroso protagonista. Mientras algunos de los dibujantes españoles más célebres alcanzan el reconocimiento en Estados Unidos trabajando para las editoriales de aquel país, Raúl Arnáiz se ha afianzado en Francia, al igual que otros autores como Guarnido y Canales, los padres de ‘Blacksad’. De hecho, en este mercado el dibujante ya presentó otras dos series, ‘Home’ (2008) y ‘Élinor & Jack’ (2011).
Según señala Arnaiz “la industria del cómic en España es muy pequeña, así que para un español es muy difícil vivir de ello a menos que te vayas a trabajar fuera, a EEUU, Francia o Japón, donde poseen una industria de cómic muy potente y donde la historieta es un bien cultural y está muy valorada por la sociedad. Para las editoriales españolas es mucho más rentable comprar los derechos de edición española de un cómic hecho fuera que invertir las grandes sumas que supondrían pagar a un autor. Por eso somos muchos los españoles que nos vamos a “profetizar” a esos mercados”, dice.
El autor reconoce que se siente atraído por Moebius, Miyazaki, Otomo, o Mignola, entre muchos otros, aunque sus influencias artísticas vienen de todas partes, tanto del cómic como del cine o los videojuegos, que mantienen detrás un trabajo artístico impresionante e inspirador.
Raúl Arnaiz trabajó inicialmente en el mundo de la animación, en conocidos títulos como ‘El bosque animado’, ‘Astérix y los Vikingos’, ‘Nocturna’ o ‘La leyenda del Cid’.
En 2008 comenzó a trabajar en el mundo del cómic fundamentalmente para el mercado francés, primero con el guionista Óscar Herrero en ‘Home’ para Soleil, y luego como guionista y colorista en el primer número de ‘Élinor et Jack’ para Éditions Delcourt. Estas dos obras cosecharon el aplauso unánime de la afición.
Como autor completo, publicó la historieta ‘El alma de la espada’ en la revista ‘Dos Veces Breve’ y esta serie fantástica de Parvaterra, publicada por Lombard en Francia y por Norma Editorial en España, en la que demuestra que ha sabido lograr el equilibrio justo entre lo fantástico y lo infantil para un cómic que tiene tantos referentes en Tolkien como en Golding y que pueden disfrutar todos los públicos.