La tregua

Sinopsis:

  La novela transcurre en el Montevideo de los años 50. Está escrita en primera persona a modo de diario. El protagonista es Martín Santomé, un viudo recto y solitario de 49 años que trabaja llevando las cuentas en una empresa y está a punto de jubilarse. Tiene tres hijos con los que no tiene buena relación.

  La sociedad lo ha moldeado de tal forma, que sintiéndose con la necesidad de cambiar y añadir nuevas ilusiones a su vida, no sabe qué hacer con el tiempo libre que tendrá a partir de ahora. Vive por y para el trabajo, un trabajo que desde hace tiempo le aburre y lo consume.

  De repente llega a la oficina una chica de 24 años, Laura Avellaneda. Con el paso de los días se siente cada vez más atraído por ella y se despiertan sentimientos hasta ahora dormidos. Empieza a verlo todo con otros ojos y quiere compartir con ella lo más preciado: su vida.

Opinión

  Esta es una de las obras más reconocidas de Mario Benedetti. Se ha traducido a varios idiomas y se ha llevado al cine, el teatro y la televisión.

   La tregua es un acuerdo que Martín tiene con Dios. Es un respiro ante los tonos grises en los que se registra su día a día tras la muerte de Isabel, su primera esposa.  Es la llegada de la felicidad y el amor. Ese amor que tanto tiempo buscó y anheló y aparece cuando Laura se cruza en su vida;  así logra despojarse por momentos de esa miseria emocional que lo acompaña siempre.

    Lo mejor de este libro es que está escrito de forma cautivante  y refleja una realidad social en la que más de uno se siente identificado.

    Lo peor es el final inesperado.

    Recomiendo este libro a todos los públicos, especialmente a las personas que han perdido la ilusión, porque este diario esconde mensajes entre líneas. Es un canto a la esperanza de que la felicidad acaba llamando a nuestra puerta, de que hay que disfrutar cada momento como si fuera el último y atreverse a salir de la zona de confort para VIVIR en mayúsculas. También nos recuerda la importancia de  tener el corazón lleno y pleno.

Virginia Rodríguez