Mortal y rosa

El origen de este breve libro está en una dolorosa experiencia personal del autor, Francisco Umbral, cuyo hijo falleció a temprana edad a causa de una enfermedad. Con tal detonante el vacío llevó al autor a escribir sobre sus sentimientos antes, durante y después del fallecimiento.

En esta obra podemos acercarnos a uno de los lados menos iluminados de Francisco Umbral, el de su vida personal y su personal trasposición a la literatura. El libro está considerado el mejor de todos aquellos que escribió. En el podemos encontrar el estilo de siempre, periodístico, del columnista, aunque enriquecido con el tono poético de quien publica un diálogo consigo mismo, totalmente privado. Como tal, gustará a los admiradores del autor, pero también a aquellos que admiran las memorias autobiográficas descarnadas.

Para mí, es un libro que transpira dolor, quizás por ello difícil de leer y engancharte a él si no es desde las primeras páginas. Con páginas que por separado realmente pesan y que en su conjunto hacen un libro compacto y que deja huella.

Creo además que siempre es interesante intentar tener acceso a la literatura escrita por periodistas y personas dedicadas fundamentalmente al mundo de la prensa, pues este y la literatura siempre aparecen comunicados, en uno o en ambos sentidos, alimentándose ambos del otro. Personalmente, creo – es sólo una opinión – que cuanto más escribe el periodista, más fácil es que termine adentrándose en la literatura. Y cuanto más libros escribe el escritor, más fácil parece que acabe escribiendo un artículo periodístico.

Francisco Umbral (1935-2007) publicó Mortal y rosa en 1975, cuando tenía cuarenta años de edad. Entre otros fue merecedor del premio Mariano de Cavia, el premio Nadal, el premio de novela Fernando Lara y el premio Cervantes.

Alfonso García