Sofi Oksanen se ha convertido en la autora prodigio de la narrativa nórdica. Llegó a ser muy conocida dentro de su país por su primera novela Stalinin lehmät ("Las vacas de Stalin", 2003), cuyo contenido principal eran los trastornos alimenticios, de los que ella misma confesó ser víctima. Todas sus obras recalcan la importancia de la emigración en nuestro tiempo. La última de ellas, “Cuando las palomas cayeron del cielo”, ha sido publicada en España por la editorial Salamandra (2013).
Lo de literatura de prestigio y de prodigio siempre depende de quién lo diga. En el caso de Purga y Sofi Oksanen, la novela dejó rápidamente una estela de premios y reconocimientos: el premio de Literatura del Consejo Nórdico, el Premio Fémina de literatura extranjera (en Francia, donde el primer año vendió 200.000 copias), el premio Mika Waltari, el premio Runeberg, y el Premio Europeo a la mejor Novela del Año 2010.
Es una novela tensa porque desde el principio hasta el final has de elegir, como han de hacerlo los personajes. No permite que tengan un remanso de paz interior – la única posible en tiempos de guerra – en todo el libro, desde los sucesos de los años de guerra mundial y ocupación de mitad de siglo hasta finales del mismo, cincuenta años después.
Estamos en 1992. Una anciana encuentra a una joven herida en su casa de campo, en la Estonia rural. Pero no se trata de una visita casual, un vínculo que ha unido a estas dos mujeres separadas por dos generaciones es mucho más fuerte que los peligros que acechan a ambas.
El drama individual, como en muchas otras ocasiones, acaba representando el drama de un colectivo, ya sea este el de un pequeño poblado, el de una república, o el de una ideología. Miedo y supervivencia.
Los elogios que se llevó la novela de prensa y público fueron en dos direcciones. Primero, porque tenía una estructura temporal muy bien diseminada, que entregaba al lector las acciones de manera paulatina sin caer en la lentitud. Por otro lado, porque sus personajes son muy palpables, muy reconocibles aunque estén en un lugar muy lejano al nuestro, muy identificables, ellos y sus sentimientos. Cada uno tiene su elección y sus motivos de preferencia, aunque parece claro que en este caso Sofi Oksanen se acerca a la unanimidad.
Twitter de la autora: @SofiOksanen
Alfonso García