“El séptimo cielo”. Así se titula uno de los poemarios de Rosario Valcárcel, y el mismo blog que alimenta periódicamente en Internet. Esta poetisa singular nació en Las Palmas de Gran Canaria, y ha dedicado parte de su vida a la docencia como maestra. Sin embargo, otra parte de su vida, también profesional, la ha orientado a escribir relatos y poemas influenciados por el mar y el amor, fundamentalmente.
“El séptimo cielo” no es un título escogido por casualidad, ni mucho menos. Como decíamos, el amor ha nutrido sus poemas llevándole a un espacio donde el erotismo goza de un protagonismo real. Obras como Las máscaras de Afrodita o Sexo, corazón y vida nos sugieren una lectura cargada de deseo y, a la vez, de delicadeza.
Participa también en muchos proyectos relacionados con la literatura como, por ejemplo, actividades de la Fundación Andersen, que fomentan la lectura infantil.
¿Cómo definirías la poesía erótica? Sus características, sus límites ante otro tipo de poemas, por ejemplo de amor?
La poesía erótica es exaltación de sentimientos, emotividad, elogio del placer, impulso lúdico y motor de la vida. La poesía de amor es más íntima, más profunda. Mientras que en la poesía erótica expresamos los deseos, los sueños, la sensualidad, incluso la comunicación y la vida interior del individuo. Peor no podemos olvidar que entre el amor y las pasiones siempre ha habido un proceso gozoso, una dialéctica, un conocimiento, una reciprocidad. Juntos han protagonizado las historias más bellas de la Literatura. Y por separado también.
¿Cómo y cuándo entras en contacto con la poesía erótica?
Hay que tener en cuenta que el erotismo es comunicación y también el centro en torno al cual gira la vida social y la vida interior del individuo. Pero yo entré en contacto con la poesía erótica cuando era una adolescente, cuando veía aquellos besos y abrazos de las películas clásicas… Aquellas películas en donde las mujeres eran el sujeto de sensualidad y de deseo. Puedo afirmar que lo erótico y lo sensual han formado parte de mis preocupaciones literarias desde que comencé a escribir y a guardar páginas que luego fueron viendo la luz al cabo de mucho tiempo. No lo puedo evitar escriba de lo que escriba siempre hay algún párrafo que está impregnado de eso erotismo quinceañero, adolescente, hermoso.
Parece que en los últimos años la poesía erótica ha comenzado a cobrar protagonismo en el ámbito de la literatura ¿a qué crees que se debe?
Puede deberse a varios factores, de una parte, la sociedad se ha hecho más abierta y tolerante. La mujer se siente más segura, ha ganado un protagonismo de libertad y autonomía que antes no tenía. Lo erótico ya no pertenece a lo clandestino ni a lo prohibido, todo lo contrario se ha convertido en una literatura de consumo. Mientras que en el registro poético ha cobrado protagonismo sin censuras, quizás porque cada vez más necesitamos expresar esa esencia que llevamos cada uno de nosotros, lo amoroso. Expresar la inspiración y el pensamiento transformarlo en poesía.
¿Cuáles son tus autores de referencia en este ámbito de la poesía?
Muchos, pero citaré a: Catulo, Bukowski, Cernuda, Kavafis, Neruda, Ana Rosetti, Delmira Agustini, Caballero Bonald. Sin olvidar el erotismo del Cantar de los Cantares, clásico y eterno a la vez.
Si alguien quisiera comenzar a adentrarse en este mundo ¿cuál sería el autor o los autores que recomendarías?
Podríamos comenzar con 20 poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda, seguiríamos con poemas de Pedro Salinas, Luis Cernuda, Kavafis, Ana Rosetti etc.
¿Compartes con nosotros tu verso o poema erótico preferido?
Más que hablar del verso o poema preferido habría que hablar en plural. Muchos son los autores, desde el italiano Pietro Aretino hasta los españoles Samaniego o Quevedo que han hecho poemas picarescos. Me gusta la intensidad expresiva de un Cernuda, de un Kavafis, de un Neruda, Caballero Bonald, Ana Rosetti, etc.