Nicolás Guerra Aguiar (Gáldar, Gran Canaria) es Diplomado en Estudios Canarios y licenciado en Filosofía y Letras (sección de Románicas) por la ULL, y Catedrático de Lengua Española y Literatura.
Fue colaborador del periódico 'La Provincia' (2000 - 2011) y actual articulista de opinión (Voces y Palabras …) del periódico 'Canarias7' y varios periódicos digitales. Ha publicado también en el desaparecido 'Diario de Las Palmas', 'El Ideal' (Granada) y Córdoba.
Algunos de sus textos sobre cuestiones lingüísticas han sido reproducidos -entre otros medios- por FUNDÉU, 'Fundación para la Defensa del Español Urgente', con asesoramiento de la RAE; Asociación Cultural Antonio de Nebrija; cervantes.es; curso "Español en América", 2º sem/2008 (FALE / UFMG); Garcilaso.es; Iwóka Translation Studio; Agencia de Noticias Nexo; Centro Virtual Cervantes; El castellano, la página del idioma español. También han servido como material de clase en l'Universitè d'Artois, Arras, Francia (Dra. Marie-Claire Durant Guiziou).
Entre sus publicaciones, figura la coautoría en el volumen Literatura Canaria. Desarrollo del Currículo. 2º de Bachillerato (Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, 1997); 3 consejos de guerra y un 'Consejo de paz'. De Sagaseta a Lezcano (Centro de la Cultura Popular Canaria, 2000); La extraviada sonrisa de Luisita camino de Gáldar o La casa amarillo - gofio (Ayuntamiento de Gáldar, 2002); Antología (con prólogo): Poesía de Pedro Lezcano (Interseptem canarias, 2003); prólogo a Países extranjeros, poemas de José Junco Ezquerra (La Discreta, 2004); Voces de nuestra lengua. En torno al castellano o español (Las Palmas de Gran Canaria. Anroard Ediciones, 2010); Gáldar, Aregaldan, Agaldar... (Anroard Ediciones, 2012); Estudio preliminar a la reedición de Antología Cercada (Ediciones del Cabildo de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria, 2012). De inmediata aparición, En el alba del siglo XXI. Veinticuatro escritores con los que hablé y <<Sansofé>>, una revista canaria en defensa de la libertad (1969 – 1972). Crónica de doce expedientes administrativos.
ENTREVISTA
¿Qué es la “Antología Cercada”? ¿Qué supuso esta antología para lo poesía canaria y española?
Antología Cercada (1947. Colección El Arca) es la primera manifestación de la poesía social española de posguerra (para otros, <<comprometida>>), exactamente ocho años anterior a lo que la crítica oficial siempre ha defendido, pues consideró que la poesía de compromiso social apareció en 1955 con Gabriel Celaya (Cantos iberos) y Blas de Otero (Pido la paz y la palabra). Se antologa en cuarenta y dos páginas, cuadernillo austero, de tirada muy reducida, doscientos cincuenta ejemplares, sin introducción. Fueron sus autores Agustín Millares Sall, Pedro Lezcano, Ventura Doreste, Ángel Johan y José María Millares. Fue editada por ellos en Las Palmas.
Además, es obra de extraordinaria calidad (rimas, dominio del lenguaje poético, métrica…) y con marcadas presencias de inmortales poetas: Federico García Lorca, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre, Louis Aragon, uno de los fundadores del Surréalisme, Surrealismo. Por tanto, compromiso social o actividad crítica hacia un sistema que ahogaba las palabras que reclamaban mundos en libertad y justicia. Y por eso escribieron la Cercada, antología que como su nombre indica se refiere a una sociedad simbólicamente ‘rodeada o circunvalada por una valla, una tapia, un muro, de tal suerte que queda cerrada, resguardada, separada’. Porque vallas, tapias y muros, cerrazones y separaciones les impusieron a quienes vieron congeladas “las voces de los cantares” (Agustín) unas veces por “edictos” (Pedro), otras, flageladas por “un látigo duro” (Ventura); o en momentos, amenazadas por “angustias de tinieblas” (Ángel) y ante el recuerdo de un poeta granaíno al cual habían asesinado porque “su voz se elevaba sobre todas las cumbres” (José María).
¿Qué destacaría de la poesía social de Agustín Millares Sall en relación a sus compañeros de la “Antología Cercada”?
Agustín abre la Cercada. Su largo poema de cuarenta y siete estrofas (“El martillo del minuto”, I y II) es un canto a la libertad desde el compromiso personal. Desde la primera persona y desde el primer verso entra en el planteamiento de la realidad que está ahí, aunque “las nocturnidades” (símbolo) dominen. Por eso, el poeta pregunta y eleva la voz ante lo que ve y lo que oye, aspectos que nada tienen que ver con la razón y la libertad. Y ante la imposibilidad de encontrar respuestas, recurre a elementos del cuerpo humano para mostrar –otra vez los símbolos- su rechazo a la etapa de oscurantismos y silencios programados desde el poder impuesto.
En este poema quizás haya en Agustín más fuerza poética –que no más calidad- que en los de sus acompañantes. Porque Agustín eleva la voz y nos identifica consigo mismo, como si nosotros fuéramos quienes nos enfrentamos a todo aquello que lo aprisiona, que lo cerca.
¿ Cuál es el aspecto que más le seduce de la poesía de Agustín Millares Sall?
Agustín maneja la poesía como un maestro de ella. Pero lo mismo combina sensaciones casi épicas con remansos de paz, armonías y suavidades. Desde Nueva enseñanza se produce en él un cambio muy significativo, aunque con frecuencia domina su compromiso social y político.
Su poema o poemario favorito.
La verdad es que no tengo ninguno preferido. En toda su obra –amplia, por suerte- hay muchos poemas de Agustín que me seducen.