Casa África alberga la presentación del libro Me llamo Suleimán (Editorial Anaya, 2014), del escritor grancanario Antonio Lozano. El acto tendrá lugar el jueves, 24 de abril, a las 19.30 horas en el Auditorio Nelson Mandela de Casa África y contará con la participación de Antonio Lozano, autor del libro; Juan Montero, filósofo y escritor, y José Luis Márquez, gerente de Casa África.
La entrada es libre y gratuita hasta completar el aforo.
La novela, dirigida a un público juvenil, muestra la vida de Suleimán, quien harto de la terrible situación de pobreza que vive en su país, Malí, decide marcharse junto a su amigo Musa a la próspera Europa. Allí esperan trabajar y conseguir suficiente dinero para regresar y montar sus negocios para ayudar a sus familias, pero el viaje es difícil. La novela relata su duro viaje cruzando el desierto en camiones incómodos y atestados de expatriados que, como ellos, buscan algo mejor. Llegarán hasta la frontera con Melilla, pero allí el cruce de la verja se complicará y serán arrestados y expulsados al desierto a su suerte. Musa morirá en la arena, pero Suleimán no se dará por vencido y volverá a intentar el viaje, esta vez, por mar.
Antonio Lozano nació en Tánger en 1956. Licenciado en Traducción e Interpretación, reside en Agüimes (Gran Canaria), municipio del que fue concejal de Cultura entre 1987 y 2003. Es director del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes y del Festival Internacional de Narración Oral Cuenta con Agüimes. Su primera novela, Harraga, fue elogiada por escritores como Manuel Vázquez Montalbán, Dulce Chacón y Fernando Marías. Ganadora del I Premio Novelpol a la mejor novela negra publicada en España, obtuvo una mención especial del Jurado del Premio Memorial Silverio Cañada 2003 a la mejor primera novela negra, convocado por la Semana Negra de Gijón. Su novela El caso Sankara fue ganadora del I Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. También ha publicado Preludio para una muerte y Donde mueren los ríos, que fue finalista del I Premio Brigada 21.