La escritora y pintora Pino Ojeda (1916-2002) fue una mujer adelantada a su tiempo que representa uno de los pocos paradigmas femeninos de la Cultura de Canarias de la asfixiante época de posguerra española, dominada por el universo masculino y los convencionalismos de un patriarcado que apartó a las creadoras de todos los ámbitos de la vida pública.
El Cabildo de Gran Canaria presenta el próximo día 23 de noviembre, a las 19.30 horas, en la Casa-Museo Tomás Morales de Moya, la edición que ha estado al cuidado de la profesora de Lengua y Literatura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 'Pino Ojeda, obra poética', un volumen que visibiliza y difunde la producción de esta autora nacida en Teror que inicia su compromiso con la literatura en 1947, y que fundó cinco años más tarde con sus propios ahorros la revista 'Alisio. Hojas de poesía', en la que publicarían sus versos escritores como Gerardo Diego, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Carmen Conde, Ventura Doreste, Pedro Lezcano, Juan Ismael o Chona Madera, entre otros.
El libro que pone en circulación el Departamento de Ediciones de la Consejería de Cultura que dirige Carlos Ruiz y que coincide con la conmemoración del centenario del nacimiento de Ojeda, no recoge su obra completa, pues muchas de ellas concebidas para novela y teatro aún permanecen inéditas. Las 248 páginas del volumen, están divididas por Hernández en seis capítulos titulados con las obras de referencia de Ojeda 'Niebla de sueño', 'Como el fruto en el árbol', 'La piedra sobre la colina', 'El alba en la espalda', 'El salmo del rocío' y 'Árbol del espacio'.
La publicación de 'Pino Ojeda, obra poética' de Blanca Hernández, cuya trayectoria investigadora se ha venido centrando en la literatura escrita por mujeres en el siglo XX, coincide con la muestra dedicada a la creadora que se abrirá el día 24 de noviembre en San Martín Centro de Cultura Contemporánea, mostrando 33 obras planteadas a modo de recorrido por su producción artística. El acto de presentación de este libro se inscribe igualmente en el programa de actos con el que la Casa-Museo Tomás Morales celebra el 40 aniversario de su fundación.
Como señala Hernández, "Pino Ojeda es un ejemplo de mujer que vive a contracorriente, y su vida y su obra lo certifican: se forma de manera autodidacta, comienza a colaborar en periódicos y revistas literarias, publica su primer libro, 'Niebla de sueño', en 1947, con sus propios ahorros, funde y dirige la revista 'Alisio, Hojas de poesía', abre una galería de arte donde organiza exposiciones de artistas locales y extranjeros, sigue publicando y escribiendo libros y obtiene el premio mundial de Poesía Mística Fernando Rielo en 1991".
Incluida en la generación de los años cuarenta y cincuenta, en sus inicios se alinea con las tendencias literarias propuestas por la Generación del 27. Gerardo Diego, Pedro Salinas y Vicente Alexandre son sus principales referentes. Pero, según avanza su trayectoria poética, Ojeda es capaz de articular un estilo que absorbe y transforma las influencias literarias que le preceden desarrollando una voz propia. En cada libro va adquiriendo una mayor madurez y complejidad.
Para Hernández, "leer a Pino Ojeda produce emoción, la misma con la que ella escribe. Su imaginario femenino e insular se hace eco de un estilo personal que se consolida con cada uno de sus libros, convertidos, a su vez, en espejo de un contexto social determinado".
Además de otras características, Blanca Hernández subraya que en sus libros encontramos "marcas femeninas en la forma y en el contenido, como el predominio de la primera persona como sujeto en formación que se va construyendo, un lenguaje espontáneo, el uso de símbolos, ausencia de descripciones y preferencia por los detalles, por anécdotas fragmentarias personales y directas que le llevan a hacerse con un sistema expresivo propio".
"Su obra, de carácter autobiográfico, es una compilación de instantes y sentimientos que van configurando fragmentos de su vida hasta completarla, a modo de diario íntimo que evoluciona al ritmo que discurre su vida. Su poesía está estrechamente ligada a instantes, a momentos de deslumbramientos en los que nace una idea relacionada con experiencias vitales", añade la autora del libro publicado por el Cabildo.
Hernández pone en valor la capacidad autónoma y la valentía de Pino Ojeda para levantar todo un universo estético al margen de los hombres. Se casa y fruto de este matrimonio nace su único hijo, Domingo Doreste. En 1939 pierde a su marido en la guerra civil española y debe luchar para sacar adelante a su hijo. Encuentra un trabajo, retoma su formación, y comienza a dar rienda suelta a su creatividad en diversas disciplinas artísticas como la literatura, la pintura y la cerámica.
"Siendo mujer, viuda y con un hijo supuso todo un reto en la precaria sociedad de aquella época, una sociedad conservadora y con un fuerte arraigo patriarcal. Romper con el rol establecido para la mujer significaba entonces exponerse a un juicio de abyección que ponía en evidencia las limitaciones de género impuestas a las mujeres. Por eso, Pino Ojeda, como anteriormente lo fue la escritora Josefina de la Torre, se convierte en una precursora, en el testimonio de la existencia de una nueva mujer inconformista y rebelde que decide ser dueña de su vida y entregarse a la creatividad", avanza la autora de esta edición.
Cabe recordar que en 1997 el Gobierno de Canarias publica 'Antología poética', una selección de sus poemas que incluye algunos libros completos, y en 2007 su familia publica 'Árbol del espacio', libro póstumo con el que Pino Ojeda cierra su trayectoria poética. En este libro hace un viaje a modo de repaso reflexivo, por todas las etapas de su vida: desde su nacimiento hasta su etapa octogenaria.