Los escritores Joe Álamo y Macu Marrero fueron en la Casa Museo Pérez Galdós los protagonistas del octavo encuentro literario programado en el ciclo denominado ‘En este inmenso Atlántico que nos une’, organizado por el Cabildo grancanario con la financiación de la Secretaría de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España.
Ambos autores encuadrados en el género fantástico y de terror o denominadas series Z, compartieron con el público asistente sus experiencias como autores y se refirieron a la relevancia que posee la literatura para ambos.
Marrero reconoció que la primera novela que leyó con 27 años fue ‘Tiburón’, de Peter Benchley, y que empezó a escribir con la finalidad de reescribir muchos finales de libros cuyos epílogos no le gustaban. “Empecé a escribir ya mayor y actualmente me lo planteo como una necesidad, pero no como una obligación, porque practico la escritura cuando me apetece y tengo algo que escribir”, comentó Marrero.
El caso de Joe Álamo, que también es profesor de Secundaria, es parecido, ya que empezó su carrera literaria escribiendo relatos con 46 años. “Es un mundo duro y tortuoso el de la literatura en el que llevo sólo siete años y en el que he publicado seis novelas. Que te publiquen no significa que te lean, pero es verdad que cuando escribo es porque deseo contar algo. Soy escritor desde los 46 años y las 24 horas del día”, dijo Álamo.
Macu Marerro explicó que le gusta mucho el estilo trepidante en que Joe Álamo mezcla el terror, la novela policíaca y el thriller. El escritor, por su parte, bromeó preguntándose sobre lo que opinaría Galdós si levantara la cabeza y viera que en su casa natal se llevaba a cabo un encuentro de escritores de literatura zombie. “Quizás no estemos tan alejados de esa fantasía que él practicó en muchas de sus célebres novelas”, recordó Álamo “porque recurro a crear mundos con ciertos componentes fantásticos y los personajes que procuro describir son cercanos, completos y creíbles”, dijo.
Joe Álamo advirtió que conoció a Macu Marrero a través de la red y su blog ‘Infectados’, en donde realizaba reseñas y recomendaciones de libros de género. “Es una gran autora a la que no se le ha reconocido aún su valía”, avanzó el escritor de la primera mujer en España que publica una novela zombie en la línea Z de Dolmen Editorial, dentro de la que también publica Joe Álamo. “Con su novela ‘Red Zone’ renovó e innovó el género, que era complicado”, añadió.
A pesar de que Internet rompe las barreras geográficas, creo que las webs dedicadas a la escritura pueden influir en el bloqueo de los autores. “Debes aislarte y ponerte a escribir cuando te sientas bien y tengas algo que contar, y no ponerte a aporrear el ordenador. Escribo cuando tengo necesidad. Leer me ayuda a cultivarme y a inspirarme, y tengo por norma no compararme con nadie. A todos nos encantaría escribir para las editoriales de elite como Planeta o Minotauro, pero podría suponer un problema o una presión añadida que te puede llevar a la frustración”, señala Macu Marrero.
“Cuando los lectores me leen piensan que es un hombre quien lo hace. Hay que perder los tabúes cuando eres escritora porque llegarán a limitarte. Utilizo un lenguaje neutral. Soy canaria y mi última novela está ambientada en Nueva York, con eso lo digo todo”, añadió Marrero, que adelantó a la audiencia que su próxima obra estará ambientada en Canarias.
Joe Álamo denunció que el entramado que va desde el escritor al lector hace perder a los autores el control sobre sus obras totalmente en beneficio de las editoriales, las distribuidoras y el punto de venta. “Estos tres sectores sólo se rigen por criterios económicos. En el 99 por ciento de los casos el editor cuando decide editar una obra lo hace sin pensar en sus valores literario-creativos. Sólo se pregunta ¿es comercial este libro? Luego está la distribuidora, que tiene mucho más peso en el proceso del reparto y por tanto del éxito de una obra que lo que la gente se cree, porque pueden llegar a los puntos de venta más insospechados. Son los que deciden si tu libro estará ubicado en un ‘punto caliente’. Finalmente, nos encontramos con el punto de venta o el comercio en el que se venderá tu libro, que tiene un afán por etiquetar la obra en género negro, Z, fantasía, terror… Si en dos semanas tu libro no se mueve en ventas será retirado por otro. Como escritor no vuelves a intervenir hasta el momento de presentar el libro. Todo este proceso se te escapa de las manos y puede llegar a ser frustrante”, sostiene Joe Álamo.
“Escribo lo que me gustaría leer como consumidor. Soy muy heterogéneo en mis lecturas y he seguido a muchos autores y de muchos géneros distintos, pero siempre me han cautivado los que son ágiles, directos y sencillos en su lenguaje. Lo suelo hacer en mi portátil y donde se me ocurre; en el salón de mi casa y con mi hija viendo la tele, pero tengo la fortuna de concentrarme y aislarme. En otras ocasiones oigo música de Enya, Loreena Mckennitt o Danny Elfman y, en otras, necesito silencio”, añade.