Casa Museo Pérez Galdós

GaboEl lunes, día 19 de mayo, a las 20.00 horas, tendrá lugar en la Casa Museo Pérez Galdós de la capitalgrancanaria, una mesa redonda homenaje en memoria del desaparecido escritor y periodista Gabriel García Márquez, uno de los grandes autores del siglo XX.

Alrededor de la misma se han congregado a los también escritores Emilio González Déniz, Luis León Barreto, Santiago Gil y Carlos Álvarez, a la que suma Alicia Llerena como moderadora de dicho coloquio.

Según señala el novelista Santiago Gil "hubo varios escritores que me fueron haciendo escritor sin que me diera cuenta, y García Márquez fue uno de ellos. Creo que somos muchos los que escribimos después de que nos deslumbraran las historias de sus personajes y la poesía de la que se nutren algunos de sus párrafos."

El autor que forma parte de la denominada Generación 21 de nuevos novelistas canarios, añade que no concibe “este paso por el mundo sin haber estado en Macondo muchas veces, sin Fermina Daza, sin Santiago Nasar, sin la cándida Eréndira, sin un ángel con cara de llamarse Esteban o sin aquel coronel que esperaba, como esperamos todos, a que alguien le mandara alguna vez un atisbo de esperanza."

 

“TODOS NACEMOS CON LOS POLVOS CONTADOS”

Luis León Barreto conoció personalmente a Gabo en la Barcelona de 1972 cuando ya había escrito ‘Cien años de soledad’. Lo recuerda como “un ser muy ocurrente que decía que los canarios y los colombianos nos parecíamos en nuestra calidez sureña, amigos del ron, la conversación y de compartir”. Barreto explica que en ese momento Barcelona era una ciudad hipnótica que acogía a Mario Vargas Llosa, Severo Sarduy, que recibía a Cortázar, Octavio Paz o José Donoso, y que por ello, el celebrado boom de la literatura hispanoamericana se generó en la geografía de esa ciudad mediterránea. Recuerda que nada más conocerlo Gabo lanzó una frase que siempre se la ha quedado grabada a Barreto: “Tenemos que aprovechar el tiempo porque todos nacemos con los polvos contados”, le dijo el colombiano.

Mural Gabriel García Márquez“Gabriel nunca estuvo en Canarias, al igual que Donoso o Cortázar, y al contrario que Vargas Llosa que venía con frecuencia, como Carlos Fuentes o Onetti, figuras de ese seductor boom del que yo bebí bastante al igual que todos los que pertenecemos en Canarias a la denominada Generación de los 70”, añade Luis León Barreto.

El escritor, guionista y periodista Carlos Álvarez, destacará en su intervención en la mesa redonda homenaje, la labor de periodista de García Márquez como su primer oficio, así como su pasión por el cine que contribuyó a la creación de la Escuela de Cine de San Miguel de los Baños en Cuba. También Álvarez recordará algunas de las obras que han sido trasladadas a la gran pantalla “con mayor o menor acierto”, puntualiza.

El narrador y periodista colombiano, ganador del Nobel en 1982, fue el creador de obras clásicas como 'Cien años de soledad', 'El amor en los tiempos del cólera', 'El coronel no tiene quien le escriba', 'El otoño del patriarca' y 'Crónica de una muerte anunciada'. Nació en Aracataca el 6 de marzo de 1927 y fue el artífice de un territorio eterno llamado Macondo donde conviven imaginación, realidad, mito, sueño y deseo. Con él la literatura abrió rutas maravillosas. Márquez fue uno de los protagonistas de la universalización del 'boom' de la novela hispanoamericana.

La gran saga americana que describe ‘Cien años de soledad’, encarnada en la familia Buendía, supuso la cumbre del realismo mágico de los sesenta. Después llegarían otras obras perdurables como ‘El otoño del patriarca’ (1975), la preferida por su autor; ‘Crónica de una muerte anunciada’ (1981), ‘El amor en los tiempos del cólera’ (1987), ‘El general en su laberinto’ (1989) o ‘Noticia de un secuestro’ (1997).

Sus problemas de salud comenzaron en 1999, cuando tuvo que ingresar en una clínica en Bogotá para tratarse de un linfoma. El escritor padecía desde hace años de un deterioro neuronal progresivo, según revelara su hermano Jaime, lo que le impidió continuar la publicación de sus memorias, que sólo vieron la luz en un primer volumen, ‘Vivir para contarla’, en 2002. Dos años después entregó a la imprenta su último trabajo, ‘Memoria de mis putas tristes’, recibido con escaso entusiasmo por la crítica. En 2010 se editaría «Yo no vengo a decir un discurso», una selección de discursos que van desde el que pronunciara a los 17 años para despedir a sus compañeros de Bachillerato hasta el que leyese ante las Academias de la Lengua y los Reyes de España cuando cumplió los ochenta.

Le sobreviven su esposa, Mercedes Barcha, –con quien se casó en 1958 y a la que había conocido quince años antes– y sus hijos Rodrigo, cineasta, y Gonzalo, diseñador gráfico.

 Gabriel García Márquez

 

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