El poeta Agustín Millares Sall será el protagonista de las Letras Canarias 2014, por acuerdo del Consejo de Gobierno, así como por el apoyo unánime de instituciones públicas, culturales y académicas de todas las Islas.
Su trayectoria vital y literaria ha sido descrita como una de las voces más insobornables de la literatura y de la sociedad isleña del siglo XX, perfilada por su honestidad personal, poética y política.
Con la celebración del Día de las Letras Canarias y la elección en cada edición de un escritor, el Gobierno cumple un año más con el objetivo de reconocer la labor llevada a cabo históricamente por sus escritores, que de una u otra manera ayudan al desarrollo cultural de las Islas, trasmitiendo los valores que la Comunidad Canaria quiere que prevalezcan. Para ello, se centrarán sobre el autor las diversas actividades dirigidas a todo tipo de público que se programarán para celebrar el Día de las Letras Canarias. Desde el área de Cultura, se hará especial hincapié en que la obra y la vida de Agustín Millares Sall sea difundida y conocida.
Cabe recordar que el Día de las Letras Canarias tiene lugar el 21 de febrero, fecha en la que se conmemora el aniversario de la muerte de don José de Viera y Clavijo, claro exponente de nuestra literatura y de otras áreas del conocimiento, que tuvo lugar el año de 1813 en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
Cuando se cumplen 25 años de la muerte de Agustín Millares Sall, este acuerdo revindica la memoria para las nuevas generaciones de la obra de un poeta comprometido con su tiempo, de un luchador que no aceptó doblegarse a la Dictadura. Le bastó la palabra y el verso para dejar claro que nada hay por encima del ser humano, de la dignidad y la libertad. En 1989, con 71 años, nos dejó este poeta que se adelantó a su época.
Agustín Millares Sall (Las Palmas de Gran Canaria, 1917−1989), hermano del gran pintor Manolo Millares y del poeta José María Millares Sall, fue próximo a las corrientes de la llamada poesía social o poesía realista; se le considera precursor de dichas tendencias literarias, surgidas tras la Segunda Guerra Mundial. La formación primera de Agustín debe mucho a la tradición intelectual y artística de la familia Millares; en concreto, a la influencia de su padre Juan Millares Carló (1895-1965).
Agustín Espinosa, el guía de los movimientos de vanguardias en Canarias desde 1927, fue su profesor en el Bachillerato y le causó una honda impresión. En los años 30 es un joven comprometido con la lucha obrera, por lo que los militares sublevados en 1936 lo confinan en el campo de concentración de La Isleta.
En la posguerra desempeñó un papel catalizador en la vida intelectual de Gran Canaria: las tertulias del Museo Canario, en las que dar a conocer su obra y tomará contacto con otros jóvenes poetas que muestran una obra testimonial, una tendencia humanizadora, Antología cercada (1947) recoge la voz de esos jóvenes: junto con él, su hermano José María, Pedro Lezcano, Ventura Doreste y Angel Johan.
En la década de los 40 crea "Colección para treinta bibliófilos", en donde publicó la plaquette Sueño a la deriva (1944) y En el deshielo de la noche (1945) y "Cuadernos de poesía y crítica", en colaboración con Juan Manuel Trujillo y Ventura Doreste. Le seguirán en 1946 La sangre que me hierve y El grito en el Cielo, en los que destaca el carácter combativo de su poesía, y La estrella y el corazón (1949). En ese año comienza a codirigir con Ventura Doreste la colección poética "Los Dioscuros". También con su hermano José María crea Planas de Poesía (1949-1951), en donde publicará De la ventana a la calle (1949), Ofensiva de Primavera (1950), Poema de la Creación (1951) y Cauce natural (1951) último título de los cuatro que publicó en ella y comienzo de su etapa de silencio público poético, silencio que se romperá en 1960 con la publicación de Siete Elegías a un tiempo.
Planas fue suspendida por la detención y proceso judicial de ambos hermanos. Ellos dos, junto con su otro hermano, el pintor Manuel Millares, crean la revista Millares (1964-1967). En 1966 y en el número 7 firma "El homenaje a Antonio Machado".En ese período colabora en revistas canarias, peninsulares y americanas. En dos libros como Nuevas escrituras (1964) y Habla viva (1964) se observan la vertiente sociopolítica y un mayor compromiso con la expresión poética, rasgos que podrían sintetizarse en lo que J. Páez llama la "comunicación solidaria". Ya en la década siguiente y en títulos como Segunda enseñanza (1974) o Función al aire libre (1975) Agustín Millares incorpora un sentido lúdico a la mera observación de la realidad. Después de publicado Andén Verde (1982), Tierra batida (1986) significa una incursión en el intimismo que se ahondó en lo amoroso tanto en Más lejos que yo amargo (1987) como en Metamorfosis de la estrella (1987).
Nota de prensa del Gobierno de Canarias.