El Departamento de Ediciones de la consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, acaba de colocar en las librerías de Canarias, la nueva edición facsímil del carismático título publicado por Alonso Quesada hace cien años, ‘El lino de los sueños’, considerada por los estudiosos como una obra fundamental en el contexto de las letras canarias.
La mencionada edición puesta en circulación ahora por la Consejería que dirige Carlos Ruiz, reproduce, tal como era, la portada original del libro, obra de Néstor Martín Fernández de la Torre, que también es el autor del retrato del poeta que aparece en su interior, así como la tipografía elegida en su día por los editores del momento, cuando el citado volumen fue impreso en 1915 en la una de la editorial más prestigiosa de España, la Imprenta Clásica Española. El libro conmemorativo del centenario de la primera edición, consta de 178 páginas y se vende al precio de 12 euros.
‘El lino de los sueños’, que está prologado por Miguel de Unamuno, a quien Alonso Quesada había conocido en 1910 durante su primera visita a las Islas Canarias, recoge 53 poemas repartidos en once secciones. Redactado en verso blanco de arte mayor y estilo llano y directo, en la línea de un modernismo esencial, se trata de una de las obras que integran, junto a ‘Los caminos dispersos’, editado póstumamente en 1944, y ‘Poema truncado de Madrid’ (aparecido en la revista España en 1920) el corpus literario de la obra generada por el autor grancanario nacido en 1886. Publicado cuando Quesada contaba con 29 años de edad, en ‘El lino de los sueños’ figuran poemas elaborados a partir de 1909 por el escritor, aunque la mayor parte del libro data de los años 1912 a 1914.
Entre 1976 y 1982 el Cabildo de Gran Canaria publicó varios tomos dedicados al teatro y la prosa de Alonso Quesada, en un primer intento de impulsar la edición de las obras completas, pero aquella empresa quedó inconclusa. Por ejemplo, en 1976 se publica, en el marco del entonces Plan Cultural, una edición conmemorativa de ‘El lino de los sueños’, aunque no puede hablarse en sentido estricto de una verdadera edición facsímil, ya que no respetó su formato primitivo, que era visiblemente más pequeño, ni el tipo de papel, que distaba mucho del original. El año 1985 marca un hito en la edición de la obra de este importante autor, pues Cabildo de Gran Canaria y Gobierno de Canarias logran editar por vez primera su obra completa en seis volúmenes, prologados y anotados por Lázaro Santana, quién se encargó además de recopilar y estructurar la obra inédita del autor. Después de casi 30 años de esta edición, por supuesto agotada, el Cabildo de Gran Canaria reedita entre los años 2012 y 2014 el conjunto de la obra de Alonso Quesada, otra vez bajo la mirada y atención del mayor conocedor de la misma, el poeta y crítico Lázaro Santana, quien se puso al frente de la colección editorial denominada Biblioteca Alonso Quesada.
Ahora, cien años después, el Cabildo vuelve a publicar este facsímil de ‘El lino de los sueños’ tal como salió de las máquinas de la Imprenta Clásica Española, a la que también acudieron otros autores canarios para editar sus libros durante el primer tercio del siglo XX, como Tomás Morales, Saulo Torón o Fernando González.
Según señala Lázaro Santana, Alonso Quesada, autor también de otras obras clave de la literatura canaria como ‘Crónicas de la ciudad y la noche’ (1919) o ‘La Umbría’ (1922), adopta en ‘El lino de los sueños’, un idioma coloquial y urbano, fijando su propia experiencia como contenido de los versos, en los que el empleo del endecasílabo blanco para otorgarle forma expresiva, constituyen las notas dominantes que marcan su originalidad de entonces y su vigencia de hoy. Detrás de la poesía de Quesada no sólo se vislumbran las vicisitudes personales que configuraron la atormentada biografía del autor que combinó su oficio con sus tareas burocráticas en el Bank of British, hasta su prematuro fallecimiento sin haber cumplido los 39 años de edad, sino los síntomas de una sociedad alienada. La mayor parte de su producción literaria la firmó con el pseudónimo de Alonso Quesada, que de hecho ha llegado a suplantar a su nombre original, Rafael Romero Quesada.
Con ‘El lino de los sueños’, ‘Los caminos dispersos’ y ‘Poema truncado de Madrid’, Quesada crea su propio universo a través del cual propone una visión del espacio insular en el que vive, un universo poético personal, que, al tiempo, lo trasciende en virtud de un uso lingüístico innovador. Espacio que, como modernista que fue, describe con una poesía reflexiva e irónica.