La Biblioteca Insular de Gran Canaria acoge el día 18 de octubre, a las 18:30 horas, la presentación del número 36 de la revista Al- Harafish que coordina el artista grancanario Augusto Vives y dirige Macarena Nieves Cáceres, José L. Luzardo y Jero Maldonado.
Este nuevo volumen de la revista continúa la esencia de este proyecto que surge en el año 1997, y que en esta ocasión coordina el artista multidisciplinar Augusto Vives. “Es un homenaje al arte de la escritura. Con las nuevas tecnologías hemos perdido el proceso de escribir a mano y ver que lo que trazamos es arte. Y quiero con este nuevo volumen ensalzar el valor de escribir como siempre se ha hecho y que eso se vea como una obra de arte, como un cuadro o una escultura”, explica el propio Vives.
Al-harafish ha contado con las aportaciones creativas de más de 300 colaboradores, muchos de ellos participantes en más de un número, procedentes de España, México, Nicaragua, Holanda, Chile, Suiza, Austria o Alemania, entre otros. “Uno de los números de la revista lo presentamos en Suiza”, explican Augusto Vives y José L. Luzardo. “Todo surge en un espacio
multimedia rodeados de cerveza y creatividad con la idea de crear un espacio de algún tipo en el que se pudiera plasmar la creatividad y el arte que no siempre tiene espacio en los lugares habituales”, declara uno de sus fundadores José L. Luzardo.
La revista tiene variados formatos como, por ejemplo, un cuadernillo, una caja de camisas, de pizzas, de puros, un contenedor de comida para llevar, una bolsa de plástico, etc. “En esta ocasión el formato será una caja de cartón con cada elemento hecho a mano. Cada coordinador selecciona cada contenedor de cada ejemplar por criterios artísticos. Ver el recorrido de la revista ayuda a entender su historia, por ello ánimo al público a ir al CAAM a ver gran parte de los ejemplares de la revista, que se encuentran en la biblioteca de este museo”, explica Augusto Vives.
Oda a la escritura tradicional “El número 36 de la revista que presentamos en la Biblioteca Insular está dedicado completamente a la disciplina de la escritura. No obstante, números anteriores han combinado de la manera más poética y artística las disciplinas del arte plástico y de la escritura”, comentan Augusto Vives y Luzardo. “Se editan 50 ejemplares aproximadamente, debido a que son números exclusivos y la mayor parte van dirigidos a los autores que han formado parte de este proceso como intercambio y agradecimiento. Por otro lado, se venden unos ejemplares limitados y numerados para el público general. Sin embargo no obtenemos beneficio alguno todo va destino a los nuevos números y a sus materiales pertinentes. Lo que hacemos es, nunca mejor dicho, por amor al arte” explica José L. Luzardo.
“Nuestra inspiración desde el origen de esta revista en el año 1997 es el movimiento dadaísta, es decir, el movimiento anti arte. Hacemos cosas al azar desde el inicio, el origen del nombre de la revista fue el primer paso, coger un libro de Antonio Escohotado, ‘Fenomenología de las drogas’, y elegir una palabra al azar, y salió al-harasifh que significa truhanes de la droga en árabe”, explica Luzardo refiriéndose al origen del nombre de la revista. Al-Harafish nos lleva al mundo de los truhanes y, en este caso, a los lugares al margen del arte oficial”, señala.
“Llevamos matando la revista desde el comienzo, pero los artistas y las personas nos motivan a que esto siga para adelante, de hecho, seguimos teniendo muchas ideas para otros próximos números”, declara Luzardo.
Historia de una revista contemporánea y rompedora
La revista “Al-Harafish” nace en julio de 1997, en Las Palmas de Gran Canaria. Desde entonces, ha mantenido una periodicidad irregular hasta la actualidad, con un total de 35 números, cumpliendo 20 años de existencia, en julio de 2017. Sus directores son Macarena Nieves Cáceres, José L. Luzardo y Jero Maldonado. La revista fue una reacción por parte de algunos artistas y poetas visuales contra la falta de posibilidades que había a la hora de mostrar sus trabajos en las salas de exposiciones oficiales en Canarias. La revista se convirtió, entonces, en un espacio libre, abierto a cualquier exploración de formas y contenidos. Con los años, el número de colaboradores aumentó y su proyección internacional, también.
“Esta revista da cabida a toda expresión artística sin cortapisas, podemos decir entonces que afrontamos un caso inusual, un inesperado triunfo. Además del carácter lúdico, crítico, formativo y del efecto despertador que poseen cada uno de los números, ha sumado unos cuantos ladrillitos, que conforman los pilares de una edificación que no separa, que no vemos ni podemos palpar, que no divide ni tapa la luz, y del que poco a poco muchos nos vamos sintiendo parte. Ahora que ha pasado el tiempo, se puede hablar de la evidencia de un modelo ideal puesto en práctica”, avanzan Vives y Luzardo.
De esta forma y sin tener en cuenta la “autoridad” de las ideas que imperan, a veces mayor que la propia ley, Al Harafish ha conseguido la colaboración y participación de más de trescientos colaboradores de distintas partes del mundo: España, México, Portugal, Suiza, Alemania, Nicaragua, etc. Logrando, si no anticipar, al menos si señalar y hacer imaginables modos de relacionarnos más justos, libres y humanos.
“Todo menos censurar está permitido en nuestra revista”, comenta José. L Luzardo. Al Harafish sólo ha demostrado un amplio sentido de libertad formal y discursiva”, concluye Luzardo.