Los libreros que participaron este año en la XXVI Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria mostraron su satisfacción por el éxito de público y por lograr mantener las cifras récord de ventas de la pasada edición, y en varios casos superarla, a pesar de la lluvia de los primeros días.
Y es que por suerte “no fue constante”, así que no asustó a la gente y los que se acercaron al Parque pasaron su rato en las carpas de las librerías preguntando y comprando sus libros preferidos y aprovechando también las ofertas, pues todos tenían un 10 por ciento de descuento y algunos pusieron a la venta también publicaciones de segunda mano.
Asimismo, este año había librerías generalistas pero también con hubo varias especializadas, ya fuera en infantil, libros antiguos y descatalogados o facsímil.
El fin de semana además aumentó el público, no solo los incondicionales amantes de la lectura, sino público general atraído también por el buen tiempo y las actividades, lográndose así el segundo objetivo de la organización, atraer a nuevos lectores, grandes y pequeños que entraron en contacto con el mundo de la lectura.
Un centenar de escritores presentaron sus obras y participaron en foros, de manera que la Carpa Agustín Millares Sall fue un no parar de actividades, escuchar a los creadores, poder formularles preguntas y seguirlos al término de la presentación hasta el espacio reservado para las firmas, algunos hasta trajeron de sus hogares todos los libros que tenían ese autor para incrementar su valor con su rúbrica.
Muchas fueron las presentaciones que sorprendieron, entre las más multitudinarias destacó la de Christian Gálvez, conocido presentador de ‘Pasapalabra’, que entusiasmó al público con su pasión y conocimientos sobre Leonardo Da Vinci, y aunque muchos se acercaron por el presentador, tal como dijo él, se fueron conociendo al escritor. Teresa Viejo también maravilló a los asistentes con su exposición del desconocido México de mediados del XX protagonizado por los españoles y el mundo del cine.
Esta edición dos libros de autores canarios fueron los más vendidos en la Feria del Libro de la capital. “Cronología y síntesis de La conquista de Gran Canaria”, de Juan Santiago Casañas, atrapó al público y fue también una de las sorpresas en ventas, pues tras rebuscar en una ingente cantidad de documentos al fin se ha podido construir una historia cronológica de la historia de la isla, lo que también ha conllevado derribar mitos que se tenían como ciertos pero que nadie había comprobado.
En literatura infantil, ‘El elexir curalotodo”, de Daniel Martín y Sandra Franco, se coronó como el más vendido en esta edición frente a las publicaciones nacionales.
“Abenchara”, de Faneque Hernández, así como los ‘Ojos que miran en la noche’, de Alex Santana, ‘La conquista de Tamarán’, de Normando Moreno, ‘El verano que murió Chavela’, de José Luis Correa, y los libros de la ULPGC fueron muy vendidos.
García Márquez, Pilar Urbano, Paloma Gómez Borrero, Christian Gálvez y el polémico libro ‘Un paso al frente’, del militar Luis Gonzalo, fueron los libros nacionales más vendidos. El caso de “Un paso al frente” fue inesperado, pues además este libro del de Segura, quien se enfrenta a represalias por denunciar las miserias del Ejército español, concitó una inusitada cola de lectores, muchos de ellos militares que lo felicitaban y le decían que ellos también habían presenciado algunos de los oscuros capítulos que denuncia.
Los foros también se convirtieron en citas muy participativas, particularmente el protagonizado por Eloy Moreno en el debate “El escritor itinerante”. Su libro “Lo que encontré bajo la cama” también fue de los más vendidos.
Todos con intención de repetir
Todos los libreros hicieron un balance positivo de su participación, muchos apostaron por espacios mayores y lo consideraron un acierto porque les permitió acoger mejor a sus visitantes, responder sus preguntas y darles a conocer sus productos.
También hubo hueco para apuntar posibilidades de mejora, como que todos estén a los lados de la entrada del parque, pues los más alejados consideran que a los visitantes les costaba más llegar a sus carpas, aún así consideran que la participación fue muy positiva, fue el caso de Ilustradores Canarios, que culminaron el fin de semana entusiasmados, no solo vendieron sus creaciones, sino que recibieron encargos diarios y entraron en contacto con escritores que necesitan ilustrar sus publicaciones.
Azulia abrió sus puertas hace un año en Venegas y superó sus expectativas de venta en un 50 por ciento, y lo que consideran más importante, se dieron a conocer ante multitud de personas fascinadas por el mundo de los viajes. “Tuve que ir a reponer varias veces”, celebró su responsable, José Luís González.
Jorge Liria participó con su distribuidora Cuarzo por primera vez en la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria y animó a que los libreros de fuera de la capital se animen a participar en el próximo año para ampliar los horizontes y posibilidades de la literatura a toda la isla, pues entre el autor y los lectores hay una rueda que fomentar.
El presidente de la Asociación de Libreros de Las Palmas y responsable de Canaima, Antonio Rivero, aseguró que en su caso vendió tanto o más que el año pasado, y celebró que la venta se repartiera más con la participación de librerías especializadas, como El Hada de Lucía, quien concitó a todos su público infantil en su carpa de doble cara a pesar de la alta música de los conciertos organizados paralelamente por la ONG Tiempos de Paz, lo que también atrajo público al parque que aprovechó para acercarse a las librerías.
San Borondón, en Canalejas, calificó su participación de “magnífica”, sobre todo el fin de semana, mientras Anticuaria Byron, que comercializa primeras ediciones de Viera y Clavijo o Pérez Galdós, incluso joyas de 25.000 euros, se dedica también al libro descatalogado y logró vender un sinfín de libros puestos a menos de 5 euros.
Rayco Cruz, de Sueños de Papel (Siete Palmas), aseguró que sorprendentemente los días de lluvia no paró “en todo el día”. La asociación de escritores canarios NACE también celebró la cantidad de personas que se acercaron a su carpa, aunque en su caso las ventas no alcanzaron el nivel deseado, si bien dieron a conocer la obra a “mucho público”. Para Hugto Sauto, de Facsímil Editorial, la Feria del Libro fue “muy bien, seguramente habrá habido fallos, pero ha ido muy bien, merece la pena, ya sea por la venta o por darte a conocer”.
“Ha sido un éxito, un buen año, y muy ameno, nos ha permitido darnos a conocer a nuevo público”, aseguró Carolina Sánchez, de El Libro Técnico, una afirmación sorprendente para una de las librerías más conocidas de la isla, pues insistió en que no solo vendió sino que encontró nuevos lectores, lo que ha sido uno de los aspectos más valorados por todos los libreros.
Para El Desván del Leprechaun “vale la pena participar” y Bilenio Publicaciones valoró su apuesta por un espacio mayor. El Borrón, de Arucas, aseguró que la participación fue positiva, mientras para el responsable de Sinopsis la feria ha sido una buena oportunidad para darse a conocer y captar clientes, además su librería fue “muy dinámica en cuanto a firmas de autores”.
Los promotores del micromezenazgo y los libros QR, Can-PDS, también hicieron balance positivo porque “la afluencia fue mayor y las ventas también”, incluso consiguieron mecenas para sus libros “crowdfunding”. Y es que al final todo el tiempo es poco, y aunque las carpas tenían previsto cerrar a las ocho de la noche, lo cierto es que la espléndida tarde, el sosiego del que gozaron los visitantes a última hora y el entusiasmo de los libreros por los resultados finales, hizo que pasadas las nueve de la noche aún estuvieran abiertas y atendiendo a su incondicional público.