¿El Siglo de Oro? Sí, muchachos, hagamos memoria sobre esa época en donde entre los callejones retorcidos rezumaban los poemas de Lope de Vega, Quevedo, Góngora… Ahora sí, ¿verdad? ¿Acaso pensaste que eran aburridos? Acaso fue, compañero, que aún no habías leído los poemas satíricos y burlescos de estos grandes escritores. Cuánto gustaba por entonces disparar palabras que caricaturizaran… ensanchar lo grotesco y ridiculizar lo bello… o simplemente llenar la página al son de la risa… Tan buen rato así pasaban, que más de un poema vamos a recordar. Pasen y vean si tan seguros no están.

 

Erase un hombre a una nariz pegado,érase una nariz superlativa,érase una alquitara medio viva,érase un peje espada mal barbado;  era un reloj de sol mal encarado,érase un elefante boca arriba,érase una nariz sayón y escriba,un Ovidio Nasón mal narigado.  Erase el espolón de una galera,érase una pirámide de Egito,las doce tribus de narices era;  érase un naricísimo infinitofrisón archinariz, caratulera,sabañón garrafal, morado y frito

Muérome por llamar Juanilla a Juana,  que son de tierno amor afectos vivos,  y la cruel, con ojos fugitivos,  hace papel de yegua galiciana.     Pues Juana, agora que eres flor temprana,  admite los requiebros primitivos,  porque no vienen bien diminutivos  después que una persona se avellana.     Para advertir tu condición extraña,  más de alguna juanaza de la villa  del engaño en que estás te desengaña.     Créeme, Juana, y llámate juanilla;  mira que la mejor parte de España  pudiendo Casta se llamó Castilla CONSTANZA Dos galanes pelearonsobre Constanza una tarde:Mirad, así Dios nos guarde,para donde lo guardaron.Si nació la enemistadde verse un poco apretados,dos pueden caber holgadosy aún tres a necesidad.   Otro poema.  EL ESTUDIANTE Cierto día un estudianteal revisar su ropilla,se encontró en la pantorrilla,un enorme interrogante.Siguió el pobrete adelante,y al ver que en puntos hervíasu calceta, maldecíadiciendo: "¡Cuán bueno fuerasi más estambre tuvieray menos ortografía!" Ándeme yo calientey ríase la gente.  Traten otros del gobiernodel mundo y sus monarquías,mientras gobiernan mis díasmantequillas y pan tierno,Y las mañanas de inviernonaranjada y aguardiente,y ríase la gente.  Coma en dorada vajillael Príncipe mil cuidados,como píldoras dorados;que yo en mi pobre mesillaquiero más una morcillaque en el asador reviente,y ríase la gente.  Cuando cubra las montañasde blanca nieve el enero,tenga yo lleno el braserode bellotas y castañas,y quien las dulces patrañasdel Rey que rabió le cuente,y ríase la gente…    

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